Ocampo y Damag ocupan con obras irónicas el espacio de Zurbarán en la Cartuja
En la sacristía de la Cartuja de Santa María de las Cuevas de Sevilla, espacio para el que Zurbarán pintó hace 344 años tres de sus más populares óleos que actualmente están en el Museo de Bellas Artes de la ciudad, cuelgan desde ayer la reinterpretación, provocadora e irónica, que ha hecho de estos lienzos Manuel Ocampo (Quezon City, Filipinas, 1965). Las tres obras, junto a las del también filipino Gastón Damag, forman parte de la muestra La naturaleza de la cultura que se inauguró ayer en el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo (CAAC) y podrá verse hasta el 2 de mayo. Ocampo, que reside en Sevilla desde hace tres años, fue invitado por el CAAC a crear una obra especialmente para ese espacio. "No es una provocación. Me he planteado las obras como un diálogo con el pasado, pero con autonomía respecto a lo que pintó Zurbarán y con cierta ironía", explicó ayer Ocampo, que actualmente expone en la galería Soledad Lorenzo de Madrid obras llenas de referencias a los óleos del barroco Valdés Leal en el Hospital de la Caridad de Sevilla. El trabajo de Gastón Damag (Banaue, 1964), que ya ha colaborado antes con Ocampo, son los ídolos africanos y filipinos que se introducen en las vitrinas que presentan ambos artistas en dos capillas del monasterio y que son una parodia de los museos etnográficos y de las profanaciones.
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