Los grandes dibujantes del cómic recrean su visión de la ciudad en una exhaustiva muestra en Alicante
La rigurosa recreación de los restos de civilizaciones visitadas por Tintín, el retrato aceitoso de los arrabales orientales en los que malea Corto Maltés, las esplendorosas polis romanas en las que Astérix y Obélix zurran a las tropas del César, los poblachos polvorientos donde Lucky Luke se bate en duelo. Todos los espacios urbanos posibles e incluso los imposibles elucubrados por autores como Moebius o Fernando Rubio se reúnen en Ciudad & Comic, la exposición organizada por el Centre de Cultura Contemporània de Barcelona que ayer se inauguró en la sala de exposiciones de la CAM en Alicante y podrá verse hasta el 14 de abril. La muestra reúne algunas de las mejores viñetas.
La exposición, ordenada por criterios temporales y temáticos, ofrece una visión muy completa de los modos en los que el cómic, un arte eminentemente urbano, ha retratado su escenario por excelencia a lo largo de los años. No pretende ser un escaparate de todos los autores, pero sí consigue representar cada tendencia con obras paradigmáticas. Siguiendo un orden cronológico, interrumpido por hitos temáticos como la ciudad americana o la ciudad de noche, la exposición comienza con reproducciones a tamaño ampliado de viñetas cuya acción transcurre en épocas pasadas y finaliza con las visiones del futuro que nos ofrecen el manga japonés y la ciencia ficción. En la primera parte juegan un papel importante los irreductibles galos Astérix y Obélix, que repartieron mamporros por toda la Galia ocupada y visitaron casi todas las civilizaciones. Todas ellas fueron recreadas con agudeza por sus creadores, René Goscinny y Albert Uderzo. La visita sigue con la Edad Media, otra fuente de inspiración para muchos creadores, y especialmente para Harold R. Foster, que ambientó en ella las aventuras de su personaje más célebre, El Príncipe Valiente. En la sección del Oeste americano, la visión amable y cómica de Morris y su Lucky Luke contrasta con la crudeza cochambrosa del Teniente Blueberry de Jean Giraud y Jean-Michael Charlier. La última parte, la del futuro, comienza con pesadillas posnucleares, ciudades arrasadas o reconvertidas en zona de guerra que hacen las delicias de los seguidores del manga. Es donde reina Katsuhiro Otomo con varias escenas de su obra maestra Akira. Para dejar buen sabor de boca, el viaje por la historia de la ciudad dibujada culmina en el futuro espacial del entrañable Flash Gordon de Alex Raymond. En ocasiones, las ciudades trascienden la función de telón de fondo y pasan a ser las protagonistas de la historia. Este fenómeno se produjo especialmente con los crudos apuntes de Will Eisner, autor que dibujó la realidad más mugrienta de los guetos en City, a narrative portfolio y ahondó en su descenso al infierno con las andanzas de The Spirit. La ausencia de la Gotham City de Batman, ciudad gótica y tenebrosa, es prácticamente el único reproche que se puede hacer al comisario, José Miguel León Pablo.
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