El Aquarium de San Sebastián elige su nueva directiva entre graves acusaciones

Seis meses han sido suficientes para que el proyecto más ambicioso de la Sociedad Oceanográfica de San Sebastián, el nuevo Aquarium, despertara en el seno de su directiva una oleada de reproches y acusaciones que han terminado incluso en los juzgados. Todo ello en el marco de un proceso electoral que concluirá el próximo lunes cuando los 628 socios de esta entidad sin ánimo de lucro decidan si votan a la lista encabezada por el actual presidente, Vicente Zaragüeta, o a la de Carlos Blasco.

La situación es insostenible. La reiterada ausencia de dos de los miembros de la Junta impedía el funcionamiento normal de una sociedad que no gozaba del quórum necesario para la toma de decisiones. Las acusaciones vertidas por carta el pasado 28 de enero por el secretario de la Sociedad Oceanográfica y director del proyecto de ampliación del Aquarium, Juan Manuel Encío, al presidente Zaragüeta fueron el aldabonazo que sirvió para que ambas posturas, ya de por sí deterioradas, pasaran a ser irreconciliables. En ella, Encío expone la existencia de "una auténtica trama contra mi persona especialmente, y contra otros miembros de la actual Junta, con el exclusivo propósito de apartarnos, por ser personas molestas para el desarrollo de intereses particulares en el seno de esta sociedad a la que hemos defendido y seguiremos defendiendo por encima de tales intereses y del irrefrenable protagonismo del que venís haciendo gala, tanto tú, como la gerente de Aquadonosti". El contenido de esta carta, que se hizo pública al ser repartida entre los socios, hizo cerrar filas a las dos corrientes creadas para hacerse cargo del futuro de la Sociedad. La candidatura encabezada por Vicente Zaragüeta decidió no responder a estas "prácticas que definen a quienes las emplean" y guardarse el derecho de réplica una vez finalizado el proceso electoral. Eso sí, "con las formas y en los ámbitos propios de nuestra sociedad y su historia", según la carta enviada por el presidente a sus socios el pasado 5 de marzo. Dimisión de la gerente El resultado de las elecciones podría suponer la dimisión de la actual gerente, Carmen Arrázola, cuyo pronunciamiento en favor de la candidatura del actual presidente en funciones le compromete en el caso de salir derrotada esta lista. Bajo su gestión, el Aquarium cerró el ejercicio de 1998 con unos beneficios que rondan los 50 millones de pesetas, generados principalmente gracias a los 391.092 personas que visitaron las nuevas instalaciones desde el pasado mes de julio. Transcurridos tres meses, empezaron a aflorar una serie de grietas en el decorado del oceanario, cuya construcción fue encargada a una empresa australiana que ya ha cobrado 28 millones de pesetas. La ampliación del Aquarium supuso una inversión de cerca de 1.400 millones de pesetas, que fueron financiados a través de créditos y subvenciones. La empresa Aquadonosti, constituida por la Sociedad Oceanográfica de Guipúzcoa, gestiona la nueva infraestructura del Aquarium, que ha pasado de una plantilla de nueve trabajadores en las antiguas instalaciones, a los 58 actuales, de los que 26 son fijos.