Conflicto de intereses en la Eurocámara

El Parlamento Europeo, tan dispuesto a fustigar a la Comisión Europea, tampoco está del todo libre de polvo y paja. La Eurocámara ha nombrado relator encargado de dar el visto bueno a la ejecución del presupuesto comunitario de 1997 a un eurodiputado que acaba de pedir el reingreso en la institución sobre cuyas cuentas debe informar. "Entre su función de relator y su solicitud de reincorporación en el órgano que debe calificar hay un evidente conflicto de intereses", comenta un jurista del Europarlamento.La Asamblea de Estrasburgo aún no ha aprobado las cuentas de 1997, un año al que se remontan algunos de los escándalos que salpican a la Comisión Europea. La fiscalización del presupuesto requiere la designación de un relator que elabora un informe aconsejando o no su aceptación, señalando los puntos dudosos y evaluando las correcciones que se han efectuado a posteriori para que no surjan los mismos problemas.

Laurens Jan Brinkhorts, un liberal holandés, fue nombrado a finales del año pasado, por la comisión de control presupuestario de la Eurocámara, relator para el presupuesto de 1997. Su partido, Democracia 66, había decidido no incluirle en la lista de candidatos a las elecciones europeas de mayo y, en consecuencia, Brinkhorts escribió el 14 de octubre una carta, a la que ha tenido el acceso EL PAÍS, al comisario europeo Erkki Liikanen, encargado de la política de personal.

Jefe importante

En su misiva, Brinkhorts le pide el reingreso y, concretamente, ser "nombrado jefe de una delegación importante de la Comisión Europea" en el extranjero. Por su categoría de director general excedente, Brinkhorts sólo puede dirigir las embajadas comunitarias de Washington o Tokio.Deseoso, aparentemente, de seguir actuando como relator, el eurodiputado saliente se justificó tres meses después mediante una comunicación a la comisión de control presupuestario en la que omitió mencionar la carta pidiendo el reingreso. Afirma, en cambio, que "no está claro [si volverá a la Comisión Europea]. Todavía no he aclarado mis intenciones". (...) "Mi decisión ha sido aceptada por unanimidad por la comisión de control presupuestario", contestó Brinkhorts por escrito a una pregunta de EL PAÍS. "No hay, pues, ninguna incompatibilidad o conflicto de intereses".

Brinkhorts obtuvo el respaldo del presidente del grupo parlamentario liberal, el irlandés Pat Cox, quien el 11 de febrero aseguró que el eurodiputado holandés seguía siendo digno de su confianza. La presidenta de la comisión de control presupuestario, la alemana Diemut Theato, no quiso contestar a las preguntas de este periódico.