Valencia acoge una semana con más Fallas que teatro

Durante esta semana fallera siguen en cartel en Valencia los espectáculos que consigan sobrevivir al estruendo festivo, cosa difícil si se considera que las salas de postín dan al mismo balcón por el que asomará sin desmayo nuestra alcaldesa. Eso quiere decir que continúa la zarzuela en nuestro primer coliseo, donde los adictos al género, o bien los que prefieren unas horas de aislamiento, pueden disfrutar todavía de La viuda alegre (hasta el día 17), y de La dolorosa y La canción del olvido, del inolvidable maestro Serrano, que ocupan el escenario desde el 18 al 21 de marzo. También continúan Tanttaka Teatroa y su Todo Shakespeare (o casi), divertimento irreverente que, por una vez en estos casos, resulta divertido; Cocodrilo, de Paco Zarzoso, en la sala Moratín, y Broadguay, por Jácara Teatre, en el Talía. El teatro Olympia despide a Moncho Borrajo para pasar las fiestas en compañía de Pedro Osinaga, uno de esos galanes que se eternizan sobre las tablas. Viene con una comedia, anunciada como divertidísima, de Robert Lamoureux llamada La sopera, con la que seguramente triunfa en Madrid desde hace varias décadas. Le acompañan Eva Sola, Ricardo Arroyo, Luisa Gaona, Marga Muñoz, Francisco Benlloch, Alberto Closas y Chatono Contreras. La versión castellana es de Juanjo Arteche y dirige Manuel Canseco, de quien hemos visto montajes de mayor enjundia. En Carme Teatre, sala marginal donde las haya, el grupo Agüitatroup presenta un montaje cuyo título no requiere de mayores explicitaciones. Se trata de Esto no es una invitación a que me violes (hasta el 28 de marzo), texto y dirección de Elisa Pérez y Contxa Bermesela interpretado por Marisa Abad, Lorena Gascón, María Stagnaro, Diana Gascón, María Bosch, Alicia Bissier y Alba Blanco.