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EL DEBATE SOBRE EL EMPLEO

La UE y Trabajo defienden una flexibilidad laboral combinada con protección

La Comisión Europea y el Gobierno español reconocen que la flexibilidad laboral es necesaria, pero sus estrategias de empleo defienden un modelo que combine la adaptación a los cambios de las empresas con la protección para los trabajadores. Así lo manifestaron ayer el comisario europeo de Asuntos Sociales, Pradaig Flynn, y el secretario de Estado de la Seguridad Social, Juan Carlos Aparicio, en el congreso en el que se ha debatido el trabajo en el siglo XXI.

Las políticas de empleo impulsadas por la Comisión Europea pretenden defender el equilibrio entre la flexibilidad que precisan las empresas y la seguridad que necesitan los trabajadores. Ése es al menos el criterio del comisario Flynn, expresado ante el congreso sobre El Futuro del Trabajo organizado por la Unesco y el Club de Roma, y que ayer concluyó en Bilbao.Flynn añadió que esa estrategia comunitaria, que se está trasladando a los planes nacionales de acción, pretende también "hacer importantes inversiones en nuestro recurso más importante, es decir, las personas".

Una visión que comparte el secretario de Estado de la Seguridad Social, quien criticó las recetas neoliberales que consideran "la flexibilidad laboral como sinónimo de temporalidad, precariedad o falta de protección social". Para Juan Carlos Aparicio, ese argumento se ha desmontado en la crisis de los dragones asiáticos y en "la fragilidad de los países donde, con una intensa generación de empleo, no se ha creado paralelamente una red de protección social". En contraposición, apuesta por el modelo europeo.

Un criterio defendido mayoritariamente por los participantes en este congreso, y muy en especial por las dos entidades internacionales que lo han organizado. Javier Salcedo, responsable en Euskadi del Club de Roma, y Jon Arrieta, presidente de Unesco en el País Vasco, destacaron asimismo la importancia de la educación y la formación para el empleo del futuro, área donde ambas instituciones tienen su principal tarea.

Sabin Intxaurraga, consejero de Justicia y Trabajo del Gobierno vasco, de Eusko Alkartasuna, sostuvo que "para consolidar el empleo y su calidad hay que abordar el reparto del empleo". En esa línea, su departamento incentivará la aplicación progresiva de la reducción de la jornada laboral, junto al modelo de coparticipación, con incentivos a las empresas que pacten participación de los trabajadores en beneficios y en la gestión.

Con esas propuestas concluyó un congreso en el que han participado 40 ponentes y 600 congresistas del mundo de la universidad, la empresa y estudiantes seleccionados en los últimos cursos de carrera. A lo largo de cuatro días se ha tratado, sobre todo, de reflexionar sobre el empleo en el siglo XXI, de conocer experiencias de países y empresas, y de responder si es posible cambiar la tendencia del paro.

Conclusiones de los debates

Algunas conclusiones apuntadas ayer por Javier Salcedo constatan que desciende el número de personas ocupadas en el sector industrial; las oportunidades que surgen se concentran sobre todo en los servicios, que se presenta como el sector más dinámico; y las nuevas actividades exigen una alta cualificación de los jóvenes y de quienes demandan nuevos empleos, porque muchas tareas las están ocupando las nuevas tecnologías.Todos esos cambios requieren también unas relaciones laborales más flexibles, aunque la interpretación de lo que eso significa se ha manifestado en este congreso con pluralidad.

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