El PNV y Eusko Alkartasuna cierran un acuerdo para acudir en coalición a las próximas elecciones de junio

El Partido Nacionalista Vasco y Eusko Alkartasuna cerraron ayer un acuerdo para formar coalición en los comicios del 13 de junio, trece años después de la traumática escisión que partió al PNV en dos. La alianza busca romper el estancamiento del voto nacionalista, frenar el impulso al alza del PP, y evitar que las instituciones alavesas caigan a manos no nacionalistas.El presidente peneuvista, Xabier Arzalluz, atribuyó el acuerdo al "ataque masivo" al nacionalismo. "No es que hemos convenido en una coalición, nos han obligado. Es tal el ataque masivo al nacionalismo, poniéndonos a nosotros a las órdenes de ETA y tantas cosas, que psicológicamente nos han forzado a aunar esfuerzos", declaró a Canal Gasteiz. Arzalluz y su homólogo de EA, Carlos Garaikoetxea, los protagonistas de la escisión, escenificarán el pacto el sábado.

Las respectivas asambleas nacionales ratificarán, previsiblemente mañana, el acuerdo. A falta de perfilar los últimos detalles, los dos partidos presentarán listas conjuntas para las Juntas Generales (parlamentos provinciales), para cuyas presidencias tendrán candidatos comunes, el Parlamento navarro, las alcaldías de las tres capitales vascas y Pamplona, y otro medio centenar de municipios.

Los nacionalistas respetarán a EH en aquellos municipios en que la lista de la marca electoral de HB sea la más votada, lo que no sucederá si los más votados son socialistas y populares.

El largo debate que ha conducido a la coalición ha estado marcado por las dificultades para concretar un acuerdo de "carácter nacional" y por las exigencias de EA, consciente de que el principal interesado era el PNV. Ambos han comprobado que no despiertan entusiasmo entre los más jóvenes y que su electorado se ha estancado con tendencia a la baja -el PNV perdió un escaño en las pasadas autonómicas y EA, dos-.

Un panorama que desde 1994 es más evidente debido al alza del PP (subió cinco escaños en las autonómicas) hasta el punto de que para junio se le da como ganador en Álava. La victoria de los populares, unida a la posibilidad de un pacto con el PSE, dejaría en manos no nacionalistas la Diputación Foral, y posiblemente el Ayuntamiento de Vitoria.

La coalición concurrirá a las urnas con el nombre PNV-EA en aquellos municipios o instituciones en que los de Arzalluz ganaron en 1995, y como EA-PNV donde venció Eusko Alkartasuna.

El candidato a alcalde de Bilbao será el consejero de Sanidad, el peneuvista Iñaki Azkuna; en Vitoria, la diputada de Bienestar Social, también del PNV, María Jesús Aguirre; mientras que en San Sebastián el primer puesto lo ocupará un candidato de EA por designar. En las Juntas Generales, será el PNV el que presente candidato en las tres provincias vascas, dejando lugares preferenciales para EA.

En Navarra, EA aportará los primeros nombres tanto para el Ayuntamiento de Pamplona como para el Parlamento foral.