Zarautz propone soterrar la N-634 a su paso por el casco urbano

La Diputación de Guipúzcoa está estudiando dos opciones para construir una variante en Zarautz que solucione los problemas de tráfico que presenta la carretera N-634 a su paso por el casco urbano, obligado para los vehículos que circulan por la costa. El dilema consiste en desviar el tráfico bordeando el municipio con un ramal nuevo o hacer un paso subterráneo bajo el trazado actual, propuesta que defiende el Ayuntamiento. Ambas iniciativas presentan profundos inconvenientes debido al impacto visual que ocasionarán en un entorno privilegiado desde el punto de vista arquitectónico y paisajístico. El atolladero circulatorio de Zarautz tiene a mal traer al Ayuntamiento de esta localidad por cuyo casco urbano transitan diariamente casi 15.000 vehículos que ralentizan el tráfico y, sobre todo, incomodan a la población. El alcalde, Imanol Murua, de Eusko Alkartasuna, cree que "urge una solución", aunque es consciente de que "las carreteras van despacio y pasarán muchos años hasta que Zarautz resuelva este problema". El Plan General de Carreteras del País Vasco propone construir una variante por la vertiente sur de la localidad, es decir alejada del centro. Sin embargo, ahora el Ayuntamiento ha sugerido el estudio de una propuesta nueva: crear un paso subterráneo perforando la principal arteria de Zarautz, la calle Nafarroa. El consejo de diputados, que recibió la semana pasada el expediente elaborado por el consistorio zarauztarra, adoptó un acuerdo por el cual "condiciona el soterramiento a la construcción de la variante de la N-634 y a que dicho soterramiento se justifique dentro de la revisión del planeamiento municipal". Medir los impactos A la dirección de Carreteras de la Diputación de Guipúzcoa se le presenta ahora una disyuntiva. En estos momentos, este departamento que dirige el diputado Antton Jaime (EA) se encuentra en fase de estudio comparativo para medir los impactos que producen ambas opciones (la variante sur y el soterramiento) y los costes económicos que acarrearían una y otra. "Ambas contienen un alto grado de dificultad técnica y, a la vez, alterarán el paisaje urbano", explica el responsable de Carreteras. El avance de proyecto del soterramiento prevé la creación de un vial con dos carriles por debajo del actual trazado, que seguiría manteniendo en superficie los tráficos urbanos. El túnel, de aproximadamente 300 metros de longitud, uniría el tramo comprendido entre el palacio Sanz-Enea, en pleno casco, y el palacio Narros, situado en la salida hacia Getaria, donde sería obligado construir una glorieta para distribuir los tráficos. "El soterramiento", advierte Antton Jaime, "exige la construcción de un gran nudo viario junto a uno de los puntos más atractivos de Zarautz, lo cual requiere un estudio en profundidad".