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Un programa promoverá que los delincuentes traten y compensen a sus víctimas

Los toxicómanos autores de delitos menores, como hurtos o tirones, se verán cara a cara con sus víctimas para negociar cómo resolver el daño causado. Esta innovadora experiencia, ideada por la asociación Apoyo, que trabaja desde hace años con drogodependientes, se llevará a cabo en los próximos meses gracias a un convenio con el Ayuntamiento de Madrid. El sistema se basa en las posibilidades abiertas por el Código Penal, que permite rebajar las condenas por un delito si su autor ha reparado el perjuicio ocasionado a la víctima.

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José Luis Segovia, abogado, cura y criminólogo de Apoyo, explica que este procedimiento, en el que su asociación mediará entre los autores de delitos menores y sus víctimas, será paralelo, no sustitutivo de la acción de la justicia. "Luego, si las dos partes llegan a un acuerdo sobre cómo resarcir el daño causado, se informará al juez para que vea si es pertinente atenuar o suprimir la condena", añade."Con este sistema la víctima consigue que su agresor le escuche y, lo que es más importante, que reconozca el daño que le ha causado y que se avenga a una fórmula para resarcirle", asegura Segovia. "A menudo las víctimas lo que más necesitan es poder desahogarse y que les pidan perdón y no desean meterse en todo un procedimiento judicial que les lleva más tiempo y les resulta más costoso y doloroso", añade.

"El toxicómano, por su parte, debe comprometerse a iniciar un programa de tratamiento a su adicción e intentar paliar el daño causado, algo más eficaz y pedagógico que una condena", matiza. "Además, al mostrar a una persona que es capaz de reconocer su culpa y de intentar resarcir a la víctima contribuimos a mejorar la vapuleada imagen del drogodependiente", apostilla este abogado.

La asociación informará del sistema a los abogados madrileños a través de su colegio profesional y del turno de oficio para que den a conocer esta posibilidad a los clientes que respondan al perfil de toxicómanos autores de delitos menores.

Si el drogodependiente se aviene a reconocer el daño causado y a resarcirlo, el caso se derivará al equipo de Apoyo que, a su vez, contactará con la víctima a través de la fiscalía. Si ésta, a su vez, está de acuerdo se inicia el proceso de mediación, que concluirá con una propuesta consensuada de reparación del daño de la que se informará al juez y al fiscal del caso.

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"A menudo nos hemos encontrado con que la víctima se convierte en el principal defensor del delincuente ante el juez para evitar que tenga que ir a la cárcel", apostilla. "En estos casos menores el acuerdo es reponer la cantidad hurtada en varios plazos o, por ejemplo, limpiar varias veces el coche sustraído", asegura Segovia.

El alcalde de Madrid, José María Álvarez del Manzano, aseguró ayer que iniciativas de este tipo se practican con éxito en Estados Unidos incluso en delitos más graves como la violación, algo que por ahora no se hará en Madrid. En la región este procedimiento se aplica con menores que han cometido infracciones.

La asociación Apoyo, creada en 1981 y galardonada con el Premio Reina Sofía de la Fundación Crefat de atención a los drogodependientes, ya ha ensayado este sistema con una veintena de toxicómanos con los que trabaja.

Al considerar que el balance de la experiencia era positivo se decidieron a proponérsela al Consistorio, que les ha subvencionado con cuatro millones de pesetas por un año. En el equipo hay un criminólogo, un jurista y una socióloga. No en todos los casos las dos partes enfrentadas se verán cara a cara. En ocasiones llegarán a un acuerdo a través del mediador.

Con esta experiencia piloto se persigue buscar fórmulas para resolver los conflictos sociales sin tener que recurrir por sistema al Código Penal.

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