UGT adelanta a CC OO en las provincias de Castellón y Valencia pero pierde en la de Alicante

UGT-PV es el sindicato con más representación de la Comunidad Valenciana al término de 1998, según los datos de la Consejería de Empleo de la Generalitat. En concreto, la organización ugetista contaba al cierre del pasado año con 11.109 delegados, un 42,4% del total frente a los 10.413, un 39,7%, obtenidos por CC OO-PV. De los resultados se desprende que UGT ganaba en la citada fecha a CC OO en Valencia y Castellón, pese a reducir distancias, mientras el segundo conservaba su ventaja en Alicante. El director general de Trabajo, Román Ceballos, destacó ayer la limpieza del proceso.

Desde 1994 el cómputo de las elecciones sindicales en España no es cerrado sino dinámico. Es decir, los resultados varían cada día en función de las votaciones realizadas que, a diferencia del sistema anterior, se celebran a lo largo de todo el año y no en un periodo acotado. Los agentes sociales y Administración establecieron, no obstante, la fecha del 31 de diciembre para conseguir una foto fija del proceso necesaria, entre otras cuestiones, para establecer la representación institucional de cada organización. Los resultados al cierre de 1998 corroboran la hegemonía de UGT, con una ventaja de casi tres puntos, sobre CC OO, según la Consejería de Empleo de la Generalitat. De los 26.203 delegados de personal elegidos a 31 de diciembre pasado, el sindicato que dirige Rafael Recuenco concentra el 42% del total frente a un casi 40% de la organización que lidera Joan Sifre. La diferencia, al igual que en anteriores elecciones, es ajustada. De hecho, estas dos centrales son mayoritarias al acumular más del 82% del total de delegados, aunque retroceden ligeramente con respecto a los datos del año anterior. Por territorios, CC OO conserva la supremacía en la provincia de Alicante, por 300 delegados, mientras está por detrás de UGT en Valencia, por 130, y en Castellón, por 866 representantes. Pese a las cifras, CC OO recorta distancias con el sindicato ugetista en la provincia de Valencia, donde se concentra el mayor número de electores de la Comunidad. A bastante distancia, el Sindicato Indendiente (SI) se convierte en el tercer sindicato con más representación, con un 3,08% del total de delegados electos a finales del año pasado. CSI-CSIF, implantado en la Administración, se coloca en cuarto puesto, con 669 personas y un 2,55% del total. A continuación están los Grupos de Trabajadores -independientes no afiliados-, con un 2,51%, USO, con un 2,27%, Fetico (Federación Independiente de Trabajadores del Comercio) -El Corte Inglés, Pryca, Continente, etcétera-, con un 1,19%, FSIE (Federación de Sindicatos Independientes de la Enseñanza) -centros regliosos-, con un 1,06%; y la CGT, con el 1,03%. Estas diferencias tan abismales entre los sindicatos mayoritarios y el resto ha llevado a algunas de estas últimas, concretamente a SI y USO, a presentarse conjuntamente a las elecciones en las Administraciones públicas. El director general de Trabajo, Román Ceballos, destacó ayer la limpieza del proceso electoral. "Ha sido un proceso limpio, sin mucha tensiones. No ha habido campaña corrosiva", subrayó el director general, quien insistió en que la Generalitat trabajará para que el diálogo siga imperando en este proceso electoral. Los resultados de la Consejería de Empleo son todavía provisionales y tienen un margen de error no superior al 2%. Según este departamento, a finales de 1998 se habían renovado el 47% de los delegados sindicales. Según Ceballos, la cifra de impugnaciones no es representativa. Después de analizar los datos oficiales, CC OO ha detectado incorrecciones en la distribución de 286 delegados, de los que 170 los reclama para sí. Este sindicato espera cruzar los datos con UGT y la Generalitat para compensar lo que consideran un desfase. Este resultado sirve de base para la distribución de los 300 millones de pesetas que la Generalitat asigna a los sindicatos en función de su cuota electoral. La distribución de fondos está prevista que se realice a partir del 31 de marzo, fecha en la que los resultados electorales de cada organización tienen que estar certificados.