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Clos considera irrenunciable que el AVE llegue a Francia y la Sagrera en el 2004

El Ayuntamiento de Barcelona no puede renunciar a un modelo ferroviario ya planificado, afirmó ayer el alcalde Joan Clos. Eso significa que el AVE tiene que llegar, en el año 2004, a la estación de la Sagrera y también a la frontera francesa. "Se han ido tomando decisiones en esta dirección desde hace años y no cederemos en las presiones para que las obras lleguen en el 2004 a la frontera francesa", añadió, en respuesta a unas declaraciones hechas el lunes por el ministro de Fomento, Rafael Arias-Salgado. Éste afirmó que la estación prioritaria es la de Sants y pidió calma al Ayuntamiento de Barcelona ya que no puede hacerse, dijo, todo al mismo tiempo. Para Clos, la polémica entre Sants y la Sagrera "esconde el problema de fondo, que es aplazar sin fecha la llegada a Francia. Es imprescindible que se avance en la comisión intergubernamental y en fórmulas para hacer viable la Sagrera. No aceptaremos retrasos ni en el AVE ni en el aeropuerto". Pujol y los aeropuertos El candidato de CiU a la alcaldía barcelonesa fue más contundente. Con aire de estar enfadado por las declaraciones del ministro, aseguró que los planes del 2004 se cumplirán porque, dijo: "En este momento podemos mucho, diría que todo, y el Gobierno de Madrid no puede hacer nada sin nuestro consentimiento". Molins aseguró que el AVE entrará en Barcelona por la Sagrera y que ésta y no otra será la estación fundamental de la línea de alta velocidad. El candidato convergente añadió que lo prioritario es que el AVE llegue a la frontera en el 2004, voluntad que comparte, precisó, con el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Barcelona. Molins hizo estas declaraciones durante una visita realizada al distrito de Sant Martí en compañía de Joan Puigdollers, concejal y portavoz del grupo municipal de CiU. Las declaraciones hechas el lunes por el ministro provocaron también el malestar en los dos partidos independentistas: PI y ERC. La teniente de alcalde Pilar Rahoal (PI) calificó las palabras de Arias-Salgado como "un claro ataque a la política de vertebración y reordenación de Barcelona". Rahola afirmó que la actitud del ministro "provoca que toda el área de la estación de la Sagrera pierda impulso" ya que sin la llegada del tren a este barrio se mantendrá la "marginación de esta zona de la ciudad". Para Rahola, las palabras del ministro son un "desprecio hacia el desarrollo de Barcelona". En un sentido similar se expresó Jordi Portabella, quien encabezará las listas de ERC al Ayuntamiento barcelonés. "Barcelona padece un trato y el mismo PP no es capaz de replicar". Por su parte, el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, dijo ayer que se ha dirigido por escrito al ministro de Fomento, Rafael Arias-Salgado, para empezar a debatir el futuro de los aeropuertos catalanes y el futuro de las instituciones de cara a la privatización o descentralización de la empresa AENA, que gestiona los aeropuertos. Pujol, quien pronunció una conferencia invitado por el Puerto de Barcelona, destacó que la entidad genera 16.000 empleos y supone en torno al 0,72% de la economía catalana, cerca de 1,1 billones de pesetas.

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