El PP endurece su discurso electoral y advierte a los socialistas de que no "ensucien" la vida política

El secretario general del Partido Popular de Andalucía, Juan Ojeda, elevó ayer considerablemente el tono de las críticas contra el PSOE, al que acusó de "ensuciar" la vida política y de emprender "una campaña de desprestigio" contra los dirigentes populares, mientras que su formación persigue que los ciudadanos vuelvan a confiar en los políticos. Ojeda y el secretario general popular, Javier Arenas, atacaron con dureza a sus rivales, mientras las alcaldesas de Sevilla, Soledad Becerril, y Cádiz, Teófila Martínez, mantuvieron la compostura institucional.

El acto de proclamación de Soledad Becerril como aspirante a la reelección a la alcaldía de Sevilla fue el lugar elegido por los secretarios nacional y regional del PP para advertir al PSOE de que no van a pasar por alto ni una sola crítica que presuponga una conducta irregular de los conservadores. Ojeda explicó que su intervención fue un aviso, para cortar de raíz insinuaciones como las del secretario provincial del PSOE cordobés, José Mellado, quien culpó al PP de estar detrás del incendio de la sede socialista de Córdoba, y las del secretario general de Jaén y consejero de la Presidencia, Gaspar Zarrías, quien sostiene que tras el fraude electoral en una urna de las primarias de esa capital está la mano del PP. "Ellos no tienen argumentos para criticar al Gobierno de la nación ni a nuestros alcaldes y hacen una campaña de desprestigio para intentar ensuciar la vida política", dijo el número dos del PP andaluz. A renglón seguido exclamó: "¡Ellos [los socialistas]!, ¡que han avergonzado a España con la corrupción, cuando ha habido un ex ministro del Interior encarcelado y se han llevado todo lo que se pudieron llevar! No le pedimos que lo devuelvan, porque estará en Suiza o en las Bahamas, sino que nos dejen devolver a los ciudadanos la confianza en los políticos". Ni la alcaldesa de Sevilla, Soledad Becerril, ni la de Cádiz y presidenta del PP andaluz, Teófila Martínez, siguieron esta estela y sí la consigna proclamada por Arenas de que los alcaldes deben dedicarse a gobernar y el partido, a polemizar. "Otros van a estas elecciones con candidatos, nosotros con alcaldes", enfatizó. Martínez, quien dijo sentirse "abrumada" y "aturdida" por su nueva responsabilidad, dejó de lado las instrucciones ideológicas y abundó en las puramente prácticas: "No se pueden ganar las batallas de boquilla, sino con trabajo y sin perder tiempo. Los socialistas están muy interesados en distraernos. Tardaremos más en ganar esa batalla si creemos que sólo la vamos a ganar con la imagen". La receta que ofreció la presidenta regional del PP para revalidar el triunfo electoral fue: esfuerzo, sacrificio, compromiso personal, lealtad, dedicación, respeto y, nuevamente, trabajo, la palabra que más repetió a lo largo de su breve discurso. Todas las intervenciones fueron concisas con el fin de dejar más tiempo para la protagonista que cerró el acto. Soledad Becerril fue presentada por la periodista Rosa Villacastín, la única de los ocho participantes en el mitin que hizo mención expresa a los asesinatos del concejal Alberto Jiménez-Becerril y de Ascensión García Ortiz y a las "lágrimas" de la alcaldesa. "Amplio" resultado Soledad Becerril afirmó que su aspiración es conseguir un "amplio resultado" que le permita gobernar en solitario. En la actualidad, el PP mantiene un pacto de coalición con el Partido Andalucista. La candidata a la reelección aseguró que socialistas y andalucistas "parecen dispuestos a pactar" para conseguir la alcaldía de Sevilla, de ahí que la formación que preside Alejandro Rojas-Marcos "se ofrezca ya para una vicepresidencia en la Diputación". La alcaldesa dijo que también el presidente de la Junta, Manuel Chaves, "ha hecho públicamente una llamada" al pacto. Entre sus propuestas destacan un programa para rehabilitar el centro histórico hasta lograr "que no haya ni una casa en ruina, en mal estado o vacía" y un nuevo plan de ordenación urbana, en el que lo primero será "pensar en el centro de salud y los institutos y luego, en las viviendas".