3.500 alegaciones pretenden evitar un bloque de oficinas del Arzobispado

Cerca de 3.500 vecinos se oponen a la curia de gobierno de la Archidiócesis, el edificio de oficinas que el Arzobispado quiere erigir a la vera de la basílica de San Francisco el Grande. El Club de Debates Urbanos y las asociaciones de vecinos La Corrala y Ópera presentaron ayer este número de firmas en el registro del Ayuntamiento de Madrid. Los afectados reclaman para el barrio un parque y un polideportivo.

La parcela de 26.000 metros cuadrados junto a San Francisco, una iglesia con la consideración de monumento histórico-artístico, acumula ya un largo historial en la Concejalía de Urbanismo. Hace tres años, el Ayuntamiento se aprestó a recalificar el terreno para construir 120 viviendas; pero los vecinos se opusieron y presentaron 3.500 firmas contra el proyecto. Ante tanta contestación, el Gobierno municipal accedió a revisar sus intenciones y catalogar la finca "para usos dotacionales" en el Plan General de 1997. Ese documento preveía desarrollar este solar durante el segundo cuatrienio (es decir, entre el 2001 y el 2005), pero los acontecimientos han vuelto a precipitarse: las "dotaciones" ya no son para todos los vecinos, sino para las autoridades eclesiásticas, y además sus promotores quieren que las obras arranquen lo antes posible.Los alegantes recordaron ayer que la codiciada parcela de la Gran Vía de San Francisco es propiedad del Arzobispado "como consecuencia de su convenio con el Ayuntamiento de Madrid, suscrito el 4 de noviembre de 1997 y nunca sometido a información pública". Por lo demás, apuntaron su estupor por el hecho de que la Casa de la Villa le consienta a la Iglesia un edificio de cuatro alturas y dos plantas subterráneas (además de un aparcamiento "de no menos de 400 plazas") justo en el límite de la Cornisa de Madrid, un espacio declarado bien de interés cultural como zona arqueológica.

Carencias en Centro

Por todo ello, los vecinos exigieron a la administración que dé marcha atrás y destine los 26.000 metros cuadrados en litigio a zona verde e instalaciones deportivas. Tanto en un aspecto como en el otro, las carencias del distrito Centro son notables, según se admitía en el propio Plan General de hace dos años. El concejal del PSOE, Eugenio Morales, que acompañó a las entidades vecinales en la presentación de alegaciones, apuntó: "El Ayuntamiento y el Arzobispado se dan la mano para quitarle un espacio público a los niños del barrio". Marisa Castro (IU), también presente en la entrega de las firmas, calificó la operación como "expolio", e ironizó: "Yo pensé que la iglesia católica era una institución muy pobre y carente de patrimonio en todo el mundo...".En cambio, el concejal de Urbanismo, Ignacio del Río (PP), defendió el proyecto por "unidad y coherencia urbanística". "En ese eje, desde La Almudena en adelante, hay una acumulación de edificios religiosos que no me he inventado yo", razonó. A su juicio, es lógico que la administración facilite la construcción de un edificio "para el uso de una mayoría de ciudadanos católicos, igual que favorecería una tesorería de la Seguridad Social".