Arte hasta por señas
La discapacidad auditiva ya no es un impedimento para seguir las explicaciones de las visitas guiadas por las exposiciones del Museo Guggenheim. La oferta del programa educativo, ampliada con el objetivo de llegar a atender a más de 150.000 personas, incluye este año la presencia de guías que, en vez de palabras, se comunicarán con el lenguaje de los signos. Las personas que sufren sordera tendrán la posibilidad de seguir una visita guiada un domingo al mes. En total, se desarrollarán a lo largo de 1999 unas 4.000 visitas con explicaciones sobre el arte y la arquitectura, en horario continuo. Además, recorrer el Guggenheim se puede convertir en el plan para el sábado por la tarde, ya que ese día se mantienen las programadas especialmente para familias. Las visitas son sólo parte del programa educativo, financiado casi en su totalidad por la Fundación BBK. Los talleres y las actividades no sólo se desarrollan en las salas del museo. En 1999, cuatro centros públicos de Primaria, situados en Etxebarri, Santurtzi, Bilbao y Getxo, tendrán de febrero a junio el programa Aprendiendo a través del arte, una experiencia con 20 años de antigüedad en la Fundación Guggenheim de Nueva York. La iniciativa consiste en abrir talleres, impulsados por los profesores del centro en colaboración con un artista plástico, en los que los niños potencian sus habilidades en la lectura, la escritura y el lenguaje de las artes, y en el respeto por su propia obra y la que realizan otras personas. En el mes de junio, el resultado de Aprendiendo a través del arte se verá en una exposición en el propio museo. Puppy, el perro de flores creado por el artista Jeff Koons, también participará en el programa pedagógico del museo. Las fechas elegidas coincidirán en los meses de mayo y noviembre con la renovación del manto de plantas que cubren la figura para adaptarse al cambio de estación. Los talleres, a los que asistirán cerca de 500 escolares, tendrán una doble función: destacar la importancia de la naturaleza y demostrar que se pueden utilizar materiales inusuales a la hora de realizar una obra de arte. Circular por las salas del museo será más fácil para los visitantes. A lo largo del año, las salas que alberguen piezas de la colección permanente dispondrán de hojas informativas sobre su contenido, editadas en euskera, castellano, inglés y francés. Por el momento, el voluntariado no tendrá hueco en Museo Guggenheim. La dirección estudia la forma de aprovechar la colaboración desinteresada sin que afecte a los puestos que deben ser cubiertos por el personal del centro. El programa educativo podría ser el destino de los voluntarios, pero aún no se han tomado las decisiones en los aspectos legales y organizativos. "Queremos ser escrupulosos al establecer las actividades que encajan perfectamente en el perfil del voluntario y no del trabajo remunerado", remarcó ayer el director general , Juan Ignacio Vidarte.
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