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Entrevista:MANUEL BARTLETT PRECANDIDATO DEL PRI A LA PRESIDENCIA

"Me apoyan las bases del partido"

Juan Jesús Aznárez

De ganar la presidencia de México, Manuel Bartlett rechazará cualquier iniciativa que dote de autonomía a Chiapas, a los diez millones de indígenas mexicanos, y, contrariamente, tratará de integrarlos en el sistema político y económico. Bartlett, ministro, alto funcionario o gobernador durante 16 años consecutivos en cinco gobiernos, rompió la tradición del oficial Partido Revolucionario Institucional (PRI), en el que milita, y sin esperar instrucciones del mando, a sabiendas de que el presidente, Ernesto Zedillo, no le cuenta entre sus favoritos a sucederle, se sumergió por libre en la pugna por la candidatura del partido a las presidenciales del año próximo. El PRI cumple hoy siete décadas en el poder, y Bartlett dice que deberá democratizar su funcionamiento para seguir ganando elecciones. El dedazo, la voluntad del presidente saliente ha decidido hasta ahora el candidato electoral y seguro presidente entrante. Bartlett, 60 años, más cercano al populismo que al liberalismo, critica a los tecnócratas y exige una consulta a las bases; y las bases priístas, dice, están con él.Pregunta. ¿Cómo resolvería el problema de Chiapas?

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Respuesta. La población indígena está en el sótano de la estructura social. El problema indígena, Chiapas, se resuelve con desarrollo, educación, sanidad, y mercados para sus productos.

P. ¿No con autonomía?

R. Es absurdo darles una vida política y económica separada, es contrario a la posibilidad de integrarlos, es el camino a formar nuevos guetos. Los indígenas mexicanos son mexicanos.

P. Usted ha dicho que uno de los pilares del PRI es la democracia. En campaña le echarán en cara la famosa caída del sistema.

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R. Lo han sacado todos los días. Va a seguir apareciendo. Pero yo pregunto: ¿qué es la caída del sistema?

P. Tardaron más de diez días en dar resultados electorales.

R. Todo eso es falso. Quieren decir que venía ganando Cuauhtémoc Cárdenas (candidato presidencial de oposición en esas elecciones) y hay que apagar la computadora para que no gane. O sea, un fraude cibernético; Bartlett, que es un perverso, estaba ahí y apagó la computadora.

P. Eso es lo que se presumía.

R. Bueno, ahora ya sólo se presumía. Pero en México no se vota por computadora. Los partidos revisaron todos los expedientes con las actas originales y las contrastaron con las suyas. Todo lo que se ha dicho es mentira.

P. ¿Puede dividirse el PRI sobre el proceso de selección del candidato a la presidencia?

R. El mecanismo anterior de elección de hacer alguna pasarela o esperar a consultas, y destapar al hombre -que fue muy bueno, mantuvo la unidad del partido-, ha sido eliminado por el presidente de la República, que es el jefe del partido, y dijo que no va a intervenir en la elección, y que espera reglas claras. Queremos un proceso en el que gane el mejor. Siempre ha habido riesgos de división. Temo a los dinosaurios que andan por ahí y dicen: "Señor presidente, no nos deje solos, no queremos tomar solos la decisión".

P. ¿Quiénes le apoyan?

R. La base del PRI. Expreso lo que ellos quieren. Tenemos un liderazgo natural. Estoy decidido a dar la batalla, porque el PRI debe democratizarse para seguir ganando elecciones. Hay que reorganizarlo porque se está diluyendo.

P. Usted es citado como notable dinosaurio del PRI

R. La frase es chusca y representa a una especie en extinción que lucha por mantener lo pasado. Se aplica a quien se le considera fuera de tiempo. A mí me dice que represento a la vieja escuela del PRI, que voy a aplicar todos los males que nos han atribuido, los de verdad y los de mentiras. Yo he exigido democracia en mi partido y la he practicado en una discusión abierta en defensa de mis principios cuando la regla era el silencio total. Lejos de ver para atrás, estoy viendo para adelante.

P. Puede tener problemas con Estados Unidos por las alegaciones en su contra por narcotráfico. Hay personas en Washington que dicen que usted sería el peor candidato para México.

P. ¿Qué alegaciones hay contra mí?

R. Se dice que no le dan visado de entrada en Estados Unidos.

R. Jamás he tenido problemas con la visa. ¿Qué más?

P. ¿Se le pide declarar en un jurado de California?

R. Falso. Nadie me ha citado a nada.

P. Pero le sigue persiguiendo la imagen de...

R. Ah, eso es otra cosa. Es un asunto de comunicación, no de narcotráfico. No hay ningún agente de la DEA que tenga un solo elemento contra mí.

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