El acusado de matar al joven Fernando Bertolá en Majadahonda sólo recuerda que estaba drogado

Antonio Lucas Andreu -alias El Mechina, el joven acusado de matar de un navajazo en el corazón al estudiante Fernando Bertolá en Majadahonda- señaló ayer ante el tribunal que le juzga que no recuerda nada del crimen. Su amnesia sólo le permitió recordar que esa noche, 28 de julio de 1997, bebió, fumó porros y tomó cocaína y un tripi, dijo. El móvil del crimen, según reconocieron acusados y víctimas, fue esperpéntico: dos grupos de jóvenes se cruzan en una acera estrecha y discuten acerca de quién debía ceder el paso. El Mechina zanjó la disputa con dos navajazos.

Ambas cuchilladas las dio a traición, según el fiscal y los abogados de la acusación, que califican los hechos de asesinato. El Mechina se sienta en el banquillo de la Audiencia de Madrid, junto con los dos amigos que le acompañaban esa noche, Faustino L. M. y Óscar S. S., para responder de la cuchillada en el corazón que mató a Bertolá y de la que también asestó en un muslo a Luis Miguel F. P., amigo de la víctima,El fiscal pide 25 años de cárcel para El Mechina, pero exculpa de responsabilidad a Faustino y Óscar. Las acusaciones no opinan igual y consideran que ambos cometieron un delito de omisión del deber de socorro; es decir, tras las cuchilladas se marcharon del lugar sin ayudar a Bertolá, que cayó fulminado al suelo a unos metros del lugar de la agresión.

El Mechina sólo recuerda de aquella noche que "hubo unos empujones con unos chicos". Afirmó que se enteró del asesinato cuando un guardia civil, tras detenerle al día siguiente en la discoteca ¡Oh!, le tomó las huellas y le preguntó: "¿Qué se siente al asesinar a un chico a los 19 años de edad?".

Eduardo Alarcón, abogado de El Mechina, admite que su cliente cometió un homicidio, pero no un asesinato. Su objetivo es que el tribunal aplique la eximente incompleta de trastorno mental transitorio. "Estaba bebido y drogado y no era consciente de sus actos", afirma. Los amigos de El Mechina indicaron ayer que le notaron "pedo" esa noche, pero que no recuerdan haberle visto consumir drogas. Óscar reconoció que mantuvieron una discusión con Bertolá y sus amigos. Admitió que dio una patada en el culo a uno de ellos, pero que no pasó nada más y que ambos grupos siguieron su camino. Explicó que supo que El Mechina había usado la navaja contra Bertolá más tarde, en un parque. "Le vi la navaja ensangrentada y le recriminé", alegó.