"La ley del silencio sigue", dice Bruno Roussel, ex director del Festina

Bruno Roussell, ex director del equipo Festina, afirmó ayer, en unas declaraciones al diario francés L'Equipe, que asume todas sus responsabilidades en el caso pero que no quiere pagar por todos y convertirse en un chivo expiatorio. "Sólo son unos pocos los que andan a vueltas con la justicia, mientras que el dopaje en los círculos ciclistas ha sido un hábito generalizado". Roussel se lamenta de que permanezca en el ciclismo la ley del silencio: "Nadie lo confiesa, ni los corredores ni los directores deportivos. Sigue imperando la ley del silencio y en ese sentido la situación no ha cambiado. Si he cometido errores, lo lamento y es normal que pague las consecuencias, pero no había otra solución: el dopaje era algo inevitable. No podía cerrar los ojos", señala en la citada entrevista.El 10 de diciembre pasado, Bruno Roussel y Willy Voet, director y masajista del equipo Festina, fueron condenados, respectivamente, a tres y cinco años de suspensión de sus funciones deportivas por la Federación Francesa de Ciclismo por haber incitado y facilitado el uso de productos dopantes. El pasado jueves se presentaron ante el Comité de Apelación de dicho organismo para impugnar las sanciones que les han impuesto.