EL INESPERADO CONCIERTO DE BOTELLA

El teléfono móvil gastó el jueves último una mala pasada a Ana Botella, precisamente el día del cumpleaños de su esposo, el presidente del Gobierno, José María Aznar, aproximadamente a la misma hora en que el jefe del Ejecutivo español cenaba en Bonn con su amigo el primer ministro británico, Tony Blair. Botella, que asistía en Madrid, desde una de las primeras filas del Auditorio Nacional, al Concierto para piano y orquesta número 1, de Ludwig van Bethoven, interpretado por Christian Zacharias y la Beethoven Academie, oyó en su bolso el inconfundible sonido del móvil en el momento en que la orquesta atacaba "un largo, una especie de adagio", según uno de los presentes. La esposa del presidente del Gobierno, que seguramente había olvidado desconectar su teléfono móvil, a pesar de las recomendaciones que el Auditorio Nacional hace en los carteles y en las propias entradas, no debió acertar a pararlo mientras sonaba y salió despavorida al vestíbulo, de donde no regresó antes del descanso. La salida urgente de la portadora del móvil fue advertida por bastantes de los asistentes al concierto, entre los que se encontraba precisamente Miguel Ángel Canalejo, presidente de Alcatel, una empresa de equipos de telefonía, igual que otros habituales de los conciertos, como la catedrática de Economía de la Empresa Petra Mateos, el abogado José María Mohedano y el notario José Aristónico.-