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Reformistas y conservadores iraníes se disputan el poder en las elecciones municipales de hoy

Ángeles Espinosa

ENVIADA ESPECIALAnte las elecciones municipales de hoy, Teherán es un escaparate de la batalla política que se libra en Irán. Aunque los analistas coinciden en que en la capital los reformistas son más poderosos (algo que no se puede dar por hecho en todo el país), las miles de caras que desde los carteles piden el voto a los teheraníes transmiten una idea de diversidad. Hay desde ayatolás enturbantados hasta un sorprendente candidato con corbata (arrinconada por la etiqueta iraní como símbolo monárquico), pasando por numerosas mujeres, éstas con el ineludible chador.

No ha sido fácil para algunos candidatos llegar con sus carteles electorales hasta los muros y las farolas de Teherán. Todavía ayer, jornada de reflexión, pendía la amenaza del hoyatoleslam (grado inferior al de ayatolá) Alí Movahedí Savoyí, jefe del comité de supervisión (puesto en pie por el Parlamento, en manos conservadoras), de cancelar las elecciones en la capital si el Ministerio de Interior no desautorizaba a 12 candidatos cercanos a la política reformista del presidente Mohamed Jatamí a los que el comité sigue poniendo objeciones. Pero un portavoz de Interior dejó bien claro anoche que esas eran opiniones de Savoyí sin ninguna influencia. A la cabeza de los afectados, la principal figura de la coalición reformista, Abdolá Nurí, quien se vio a obligado a comparecer ante la prensa el martes para denunciar las presiones y asegurar que seguía siendo candidato y que no había forma legal de retirarle de la contienda.Desde la muerte del ayatolá Jomeini, en 1989, la preselección de candidatos ha constituido objeto de polémica en cada elección. Nurí, un clérigo del ala izquierdista que dimitió de su cargo de vicepresidente para presentarse a estas elecciones, se ha convertido en una obsesión para los conservadores. Su candidatura, al frente de una lista de 15 personas, ha logrado el respaldo de 12 agrupaciones políticas, que significativamente se ha bautizado Dos de Jordad (fecha del calendario iraní que corresponde al 23 de mayo de 1997, cuando fue elegido presidente Jatamí, con el apoyo de una coalición de izquierdistas y moderados).

De todas formas, dado que más que partidos políticos lo que funciona en Irán son asociaciones de perfil menos definido, la personalidad de los candidatos tiene más peso que los grupos que los respaldan, y un mismo aspirante, o unos cuantos de ellos, puede recibir el apoyo de varias agrupaciones y aparecer en varias listas distintas. Así, Nurí también encabeza el cartel de Kargozarán, el partido al que pertenecen tanto el ministro de Cultura, Ataolá Mohayeraní, como Gholamhusein Karbaschí, el ex alcalde de Teherán, e incluso ha sido incluido en las listas de algunos movimientos en los límites de la legalidad. Su nombre se encuentra entre los 13 que respalda el prohibido pero tolerado Movimiento por la Libertad de Irán, que dirige el ex ministro de Asuntos Exteriores Ibrahim Yazdí.

"Llamamos a su oficina y pedimos autorización, como para el resto de los candidatos que incluimos", asegura a EL PAÍS Yazdí, y lo confirma el propio Nurí. "De momento, nadie les ha llevado a los tribunales, y como no ha habido ningún juicio, no sabemos si es un movimiento legal o ilegal. Además, en Irán cualquier organización es legal mientras no cometa un delito", asegura el ex vicepresidente y por dos veces ex ministro de Interior. De todas formas, Nurí trata de quitar relevancia al asunto: "Muchas organizaciones han llamado para pedir incluir mi nombre". Sin embargo, la Asociación de los Religiosos Combatientes, que agrupa al clero de izquierdas y próxima a Jatamí, ha presentado una lista alternativa bajo el lema La ciudad verde de la vida.

Popularidad arrolladora

Aunque la votación se realiza mediante el sistema de listas abiertas, y la popularidad de Nurí, en especial tras la campaña de la que es objeto por parte de los conservadores, hace prever que logrará un triunfo arrollador, el exceso de candidatos puede fragmentar el voto reformista.

No existe una figura equivalente entre las filas conservadoras, aunque destaca Alí Kamuchí, presidente de la Cámara de Comercio iraní y miembro del influyente bazar de Teherán. Numerosos aspirantes a concejales que los iraníes asocian con los conservadores se presentan como independientes. Sus candidatos son sobre todo figuras conocidas en los barrios. Los conservadores han sido discretos durante la campaña propiamente dicha.

Frente al objetivo del Gobierno de Jatamí de una convocatoria transparente y abierta para animar a una verdadera movilización popular, los derechistas deseaban dar prioridad a los candidatos más fieles al sistema. Por eso su batalla se ha centrado en los órganos de escrutinio de los candidatos. Jatamí, que mantiene un difícil equilibrio político, aprovechó el martes una visita a la sede del comité electoral central en el Ministerio del Interior para hacer un llamamiento a la "asistencia masiva" a las urnas. Y ayer, ante las exigencias y amenazas de Savoyí, volvió a insistir en que lo importante es acudir a la urnas.

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Sobre la firma

Ángeles Espinosa
Analista sobre asuntos del mundo árabe e islámico. Ex corresponsal en Dubái, Teherán, Bagdad, El Cairo y Beirut. Ha escrito 'El tiempo de las mujeres', 'El Reino del Desierto' y 'Días de Guerra'. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense (Madrid) y Máster en Relaciones Internacionales por SAIS (Washington DC).

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