Aquel equipo vulgar
John Toshack rompió en 1990 el equilibrio ecológico del Madrid, y eso lo pagó el equipo durante muchos años. Él había heredado una plantilla sensacional, con la Quinta del Buitre, con Hugo, con Schuster, con Gordillo... y la convirtió de pronto en el equipo vulgar que padeció el Bernabéu hasta que llegó Jorge Valdano en 1994.El quinto título consecutivo de aquellos jugadores irrepetibles (los mejores años de Michel, Martín Vázquez, Butragueño, Chendo, Tendillo, Buyo...) dio paso en la segunda temporada de Toshack a un juego torpe y desordenado que acabó con los huesos del entrenador en la acera de la Castellana. Ya en su gran campeonato victorioso (récord de goles) Toshack había empezado con malos experimentos propios (Chendo de medio centro, Schuster como defensa escoba), para terminar aplicando los aciertos ajenos (volvió a dejar el equipo como estaba). Y ganó.
Pero los descartes y fichajes que se acordaron bajo su mando consistieron en cambiar a Ruggieri por Spasic, a Gordillo por Villarroya, a Schuster por Maqueda, a Martín Vázquez por Hagi. Y confió Toshack uno de los puestos clave del equipo precisamente a Maqueda, jugador limitadísimo que pasó enseguida del Madrid a la nada.
Dícese que lo peor de un tonto es que sea trabajador. Y en aquel equipo los jugadores de menos criterio futbolístico acaparaban el cuero con la dedicación de un curtidor: Villarroya aparecía por todo el campo para enviar balonazos a las partes traseras de los defensas, Hagi se preparaba para ser designado el mejor jugador del mundo el día en que se empezase a jugar con dos balones, Spasic contagiaba su mal fario a toda la defensa, y Toshack ejercía de reina madre sin añoranza alguna de la temporada anterior. Además, relegó a quien podía haber representado el recambio natural de Martín Vázquez: Santi Aragón (más tarde campeón de la Recopa con el Zaragoza); y alejó a Butragueño del área, y amargó la vida a Sanchis sin obtener nada a cambio, y llenó de imprecisiones la circulación de la pelota.
Cuando fue destituido, el equipo de Toshack ocupaba la sexta plaza en la jornada undécima, la peor posición de los últimos 11 años a esas alturas de la Liga. El año anterior había marcado ya 29 goles, y ahora sólo sumaba 14. Ése es el Toshack que se fue; tal vez no sea el que llega.
Pero ahora al galés le espera un club que necesita sobre todo acertar con los descartes y con los nuevos fichajes; y eso no tranquiliza mucho. Villarroya sigue en activo.
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