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El fiscal pide 25 años de cárcel para el acusado de incendiar el Inem

El fiscal pidió ayer 25 años de cárcel para Carlos Torio López, el parado que prendió fuego a dos oficinas del Instituto Nacional de Empleo en agosto y septiembre de 1997. El acusado se declaró ayer culpable de los hechos, por los que además se le pide una indemnización de 450.000 pesetas para una de las heridas. La acusación particular se ha adherido a la petición de condena de la fiscalía por dos delitos de incendio y uno de lesiones, y solicita una indemnización de un millón de pesetas para su defendida. También solicita que se declare al Estado responsable civil subsidiario. El abogado del Estado pide una condena de 31 años por los delitos citados, mientras la defensa de Torio López solicita su libre absolución, al considerar que se le debe aplicar la eximente completa de enajenación mental.En la primera vista oral, Torio López se declaró autor de los dos incendios ocurridos el 27 de agosto en la oficina del Inem de la calle del General Pardiñas y el 4 de septiembre en la de Bravo Murillo. El acusado relató cómo prendió fuego a las dos oficinas y aseguró que acudía a la primera que incendió desde hace dos años para pedir trabajo. Sin embargo, no especificó que éste fuera el motivo de su actuación. Torio López dijo que en los dos incendios nadie corría peligro, que él permaneció dentro de los edificios hasta el final, que podía respirar y que sólo sufrió en el primero de ellos una quemadura en el brazo.

Una lata de gasolina

Según detalló el acusado, en la primera oficina de General Pardiñas entró con una lata de gasolina y regó la escalera de madera con el combustible. Una joven le preguntó por su actitud y él contesto que "su jefe le había mandado echar ese líquido para la carcoma". Posteriormente prendió fuego, sin advertir de ello a las personas que se encontraban en el interior.

Respecto al incendio de la segunda oficina, el acusado aseguró que ordenó a los presentes que se fueran porque iba a prender fuego, que echó gasolina a un empleado para que se alejara del lugar y que no se fijó si las personas salían de forma atropellada porque "estaba muy ocupado en lo que estaba haciendo".

Varios empleados de las oficinas y testigos presenciales declararon ayer que en los dos incendios el humo en las instalaciones del Inem era muy espeso y que era imposible respirar.

Los empleados de la primera oficina afirmaron que no habían visto al acusado antes de los hechos, pero uno de ellos, la persona que le reprendió su actitud al echar el líquido en la escalera, aseguró que el día anterior creía haberle reconocido observando el interior de la sede de empleo.

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Torio López fue detenido después de incendiar la primera oficina, aunque salió de la cárcel de Carabanchel cuatro días después, y el 4 de septiembre volvió a incendiar la otra dependencia del Inem.

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