50 obreros reparan a doble turno el bloque destrozado por la explosión
El Ayuntamiento de Madrid ha desplegado todo su potencial operativo para acometer los arreglos del edificio de Usera destrozado por una explosión de gas natural el pasado domingo. Medio centenar de trabajadores se encargan de la rehabilitación del inmueble en un horario ininterrumpido (de 8.00 a 22.00) con dos turnos de trabajo. Las obras no se detendrán ni en fin de semana.El edificio del número 25 de la calle de Carabelos será rehabilitado por el Ayuntamiento de Madrid por la vía de la acción sustitutoria, es decir, en lugar de esperar a que lo haga la junta de propietarios, el consistorio se encarga de los trabajos y luego le pasa la factura. Así se consigue que la obra comience de inmediato y no se tenga que esperar a que el seguro tome cartas en el asunto. "Se ha hecho así por motivos humanitarios, para que los inquilinos puedan volver a sus casas lo antes posible", explicó ayer el edil de Protección Ciudadana y Bomberos, Carlos López Collado, del PP. El Ayuntamiento ha realojado a 109 inquilinos en cuatro hostales de Madrid.
Las cinco primeras plantas (la explosión se produjo en la tercera) han quedado arrasadas por el estallido. Los inquilinos de estas 40 viviendas (ocho por cada planta) no podrán acceder a su piso "hasta dentro de dos meses", según Fernando Macías, el jefe del departamento de Protección a la Edificación, de Gerencia de Urbanismo. "Hay que rehacer el inmueble por dentro. Los marcos de las puertas y ventanas están arrancados por la onda expansiva de la deflagración, hay que alicatar los baños, pintar todas las paredes y montar las instalaciones eléctricas", explicó Macías.
Los trabajadores municipales tiraron ayer la fachada del primer y segundo pisos porque estaba agrietada, deformada y corría el riesgo de derrumbarse por sí sola. Aún queda en pie la fachada de la cuarta planta, que también tiene daños irreparables.
Los ascensores, el jueves
Las zonas comunes del inmueble han quedado inservibles: los cuatro ascensores están destrozados, las tuberías del agua, la luz y el gas natural han reventado, así como los desagües de las aguas pluviales y fecales. "El jueves [por mañana] nos llegan los nuevos ascensores, que estarán montados el martes. A partir de ese día podrán acceder a sus viviendas los vecinos que viven en las plantas de arriba", señaló Macías. "Ya se ha montado el andamio en el patio interior, por donde subió la onda expansiva", añadió.
José Antonio Corral Casado, de 27 años, y Felipe Cabrera, de 35, los dos heridos graves que causó la explosión, continuaban ayer ingresados en la unidad de cuidados intensivos. Corral Casado, ingresado en el Clínico, sufrió un fuerte traumatismo en la cabeza y otro en el tórax. Cabrera mejora de sus quemaduras de segundo y tercer grado en el hospital de Getafe.
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