Ana Patricia Botín renuncia a todas sus "responsabilidades ejecutivas" en el BSCH

Ana Patricia Botín, hasta ahora consejera directora general del Banco Santander y del futuro Banco Santander Central Hispano (BSCH), anunció ayer su renuncia a "las responsabilidades ejecutivas dentro del grupo", según una nota hecha pública por la entidad. Ana Patricia Botín continuará como consejera del BSCH y en la comisión ejecutiva. Esta dimisión se produce 24 horas después de aparecer en El País Semanal un amplio perfil de Ana Patricia Botín, que ha originado un claro malestar en algunos sectores de la alta dirección del nuevo BSCH.

El proceso de fusión entre el Santander y el Central Hispano sufrió ayer una gran sacudida. Ana Patricia Botín, la hija mayor de Emilio Botín, anunció que abandona sus responsabilidades ejecutivas en el grupo. El escueto comunicado del BSCH, el primero en el que luce su marca corporativa, que fue presentada ayer, señala textualmente: "Ana Patricia Botín, hasta hoy consejera directora general del Banco Santander, ha presentado su renuncia a sus responsabilidades ejecutivas dentro del grupo para desarrollar nuevas iniciativas profesionales".

"La comisión ejecutiva del consejo de administración de Banco Santander", continúa la nota, "al aceptar la renuncia, desea dejar constancia de la positiva contribución de Ana Patricia Botín al desarrollo del grupo en los últimos diez años. Esta contribución, que la comisión ejecutiva quiere agradecer especialmente, ha sido particularmente valiosa en sus realizaciones al frente de los departamentos de banca mayorista y en la expansión internacional del grupo".

14 unidades de negocio

En el organigrama del banco fusionado, Ana Patricia Botín era la persona encargada del desarrollo del área de banca mayorista global, una de las 14 unidades operativas en las que se ha dividido el BSCH. En el esquema de la entidad, esas áreas de penden del vicepresidente primero y consejero delegado, Ángel Corcóstegui.

Bajo las órdenes directas de Corcóstegui están, entre otros, Alfredo Sáenz (responsable de Banesto), Francisco Luzón (responsable del área de Latinoamérica), Juan Rodríguez Inciarte (grupo industrial y gestión de activos y banca privada), Antonio Escámez (Europa y bancos filiales en España) o Julián Martínez Simancas (asesoría jurídica y de negocio).

El puesto de Ana Patricia Botín podría ser ocupado por José Manuel Arrojo, que en la actualidad trabaja en el Banco Santander.

La hija de Emilio Botín conservará su puesto en el consejo de administración, que está formado por 27 personas, 13 a propuesta del Santander, 12 a propuesta del BCH y 2 independientes. Además, será una de los integrantes de la comisión ejecutiva del consejo. Esta comisión está compuesta por 10 personas, cinco del Santander (Emilio Botín, Jaime Botín, Ana Patricia Botín, Rafael Alonso Botín y Matías Rodríguez Inciarte) y otras cinco del BCH (José María Amusátegui, Ángel Corcóstegui, Antonio Escámez, Santiago Foncillas y Fernando de Asúa).

Por encima de esta comisión se encuentra el comité que tutela todo el proceso de fusión, conocido como G-4 dentro del BSCH, que está compuesto por los dos copresidentes (Emilio Botín y José María Amusátegui), por el vicepresidente primero y consejero delegado, Ángel Corcóstegui, y Matías Rodríguez Inciarte, vicepresidente.

La renuncia de Ana Patricia Botín a una responsabilidad ejecutiva en el banco tiene un reciente antecedente familiar. En junio del año pasado, su hermano Emilio decidió abandonar el día a día del Banco Santander para montar un fondo de alto riesgo (hedge fund funden la jerga financiera) denominado Vega Asset Managemenet. No obstante, Emilio Botín O'Shea es miembro del consejo de administración del Santander y lo será del BSCH.

Hija, nieta y bisnieta de presidentes del Banco Santander, Ana Patricia Botín inició su carrera profesional en 1 981, en JP Morgan, en Madrid. Había estudiado Economía en la universidades estadounidenses de Bryn Mawr y Harvard y había mantenido entrevistas de trabajo con algunas de lo principales grupos financieros mundiales. Tras dos años de rodaje, en 1983 la Morgan la destina a su central de Nueva York. En 1986, la Morgan aúpa a Ana Patricia Botín a su vicepresidencia responsable del área de América Latina, una región a la que ligará su futuro profesional. En 1988 regresa a España de la mano de Morgan. Y a finales de ese mismo año se incorpora al Santander, el banco familiar. En febrero del año siguiente entra en el consejo, y en diciembre, en la comisión ejecutiva.

Siempre centrada en el área de banca de inversiones, en 1991 es nombrada directora general del Banco Santander de Negocios (BSN). Cuatro años más tarde se convierte en consejera delegada del BSN y en consejera directora general del Santander, la cabecera del grupo. En estos años llevará a cabo una agresiva estrategia de fichajes, captando a algunos de los mejores operadores de los primeros bancos de negocios del mundo. Muchos apenas duraron dos años a su lado.

Como responsable del Santander Investment, en los últimos tres años Ana Patricia Botín ha sido pieza clave en las inversiones y la expansión internacional del banco en América Latina.

Expansión latinoamericana

Ha llegado a gestionar una decena de bancos con 38.000 empleados en Argentina, Brasil, Chile, Perú, Venezuela y México. Una expansión que ha sido geográficamente perfecta, aunque sus resultados han sido discutibles.

Su área de responsabilidad ha sido la más castigada por una crisis financiera internacional que se ha dejado notar sensiblemente en su aportación a las cuentas del grupo. Aunque 50.299 millones de pesetas de los 142.163 que logró el grupo de beneficios en 1988 provienen de la actividad americana, el banco perdió 8.947 millones de pesetas en México y 4.230 millones en Perú.

[Por otra parte, los sindica tos del Banco Santander Central Hispano señalaron ayer que es posible que se llegue a un acuerdo laboral en breve, después de que se acordara abrir una negociación exclusiva para los empleados de Banesto, informa Efe.]