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El Gobierno dejó sin contestar 652 preguntas por escrito durante 1998

Carlos E. Cué

El Gobierno no se deja controlar por el Parlamento. Así se lo recriminan el PSOE e IU, basándose en algunos datos: 652 preguntas con respuesta escrita no contestadasy un 50% de las orales; réplicas vagas e inutilizables; desprecio hacia la formulación de las preguntas; denegación de comparecencias -hay dos recursos de amparo en el Constitucional-. El Gabinete de Aznar se defiende comparando, y argumenta que ahora se controla mucho más al Ejecutivo que en anteriores legislaturas.

El artículo 7 del Reglamento del Congreso de los Diputados da un plazo de 15 días, prorrogable a otros 15, para contestar a las preguntas con respuesta escrita, que suelen ser solicitudes de datos para el trabajo de los diputados. Sin embargo, la mayoría de ellas se contestan con muchos meses de retraso. Sólo en 1998, 652 se quedaron sin contestar, según los datos facilitados por Pedro Antonio Ríos, secretario segundo de la Mesa del Congreso y diputado de Izquierda Unida. El año anterior sólo hubo 251 no contestadas, lo que demuestra, según Ríos, que el poco respeto que el Ejecutivo del PP muestra hacia el Parlamento va en aumento. En la secretaría de Estado de las Relaciones con las Cortes, dirigida por José María Michavila, sostienen que las preguntas contestadas suponen entre un 250% y un 50% más que durante las legislaturas en las que el PSOE estaba en el Gobierno.Pero la crítica de los grupos de la oposición no se hace sólo por las preguntas escritas. Tanto el PSOE como IU sostienen que más del 50% de las preguntas orales que se hacen en las comisiones se quedan sin contestar. También aquí el Gobierno se defiende asegurando que las cuestiones respondidas en esta legislatura suponen el triple de todas las que contestaron los Ejecutivos socialistas en las cuatro legislaturas anteriores.

Uno de los temas que más polémica provoca son las comparecencias de ministros y altos cargos de la Administración en las comisiones permanentes. El Gobierno defiende que sus cifras son muy superiores a las de anteriores Gabinetes. Pero Sergio Moreno, diputado del PSOE, explica que esta estadística tiene truco: los ministros acumulan hasta 20 comparecencias por temas distintos para acudir a la Cámara. Cuando se sientan en la comisión para dar explicaciones, la mayoría de los asuntos han quedado desfasados, ya no interesan a la opinión pública. Además, con el poco tiempo del que suelen disponer, es casi imposible que contesten a todos esos temas con precisión. Además, la oposición critica que los ministros se escudan en viajes para gestionar a su voluntad la agenda del Congreso.

El PSOE ha presentado dos recursos de amparo ante el Tribunal Constitucional ante la denegación de las comparecencias de Juan Villalonga, presidente de Telefónica, y Rodolfo Martín Villa, presidente de Endesa. Desde el Gobierno se argumenta que, al estar privatizadas estas empresas, sus responsables no están obligados a dar cuenta de su gestión. Uno de los recursos -el de Villalonga- ya ha sido admitido a trámite.

Otra de las críticas que se hacen desde la oposición es que las respuestas de los ministros, tanto en el pleno como en comisión, son vagas o incluso consisten en criticar la formulación de las preguntas, llegándolas a calificar de "poco inteligentes". La oposición ha llegado a pedir el amparo de la Presidencia de la Cámara.

Un ejemplo claro se pudo ver a principios de este mes. El presidente Aznar, al ser preguntado por la "deuda" del vicepresidente Álvarez Cascos con Pedro J. Ramírez, respondió con desprecio, y comentó que él no hablaba sobre "chismorreos". Los últimos gestos de desprecio hacia el Parlamento son, según la oposición, la negativa a celebrar en el Senado el debate sobre el Estado de las Autonomías, a explicar la primera remodelación del Gobierno de Aznar y a formar una comisión de investigación para esclarecer el posible trato de favor del ministro Josep Piqué a la empresa Ercros, de la que fue presidente.

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