El Espanyol se salva de Turu

La cara feroz del Deportivo enmudecía Montjuïc cuando Irureta decidió darle descanso a Turu Flores. Un error de cálculo del técnico vasco. Quedaban 22 minutos y no contaba con el carácter indómito del Espanyol. La desaparición de escena del delantero argentino desnudó el ataque del Depor. El Espanyol acabó empatando y estuvo a punto de devolverle a los gallegos la vuelta al marcador que provocaron los goles de Fran y Turu en un visto y no visto nada más empezar el segundo tiempo. Iván Helguera lo había inaugurado con un estupendo gol a tres minutos para el descanso.Turu llevó por la calle de la amargura a la defensa, a la media y a todo el equipo españolista. Sobre él gravitó el partido entero. El Deportivo transmitió la sensación de ser un equipo coriáceo, con empaque y calidad, aunque propenso a utilizar un ritmo excesivamente lento, por otra parte adecuado a las características y a la veteranía de Donato y Mauro y a su armazón defensivo, durante muchos minutos un quinteto porque Mauro se desenganchó de la línea de cuatro del centro del campo. Un equipo duro de pelar pero al que únicamente Turu Flores dotó de agresividad ofensiva, no sólo por sus remates sino porque fue capaz de capitalizar todas las acciones en las que el Depor superaba la divisoria y de obsequiar con asistencias a varios de sus compañeros después de haber atraído hacia sí a medio Espanyol. Brindisi asignó a Cristóbal un estricto marcaje sobre el astro argentino. Turu lo llevó por la calle de la amargura. Con el marcador a favor y visto el protagonismo, casi el monólogo de Turu, Brindisi cambió de táctica. Retrasó a Iván Helguera a la posición de libre, adelantó a Cristóbal para encargarse de Fran y dejó para Pochettino la pesadilla de bregar con Turu. La remodelación coincidió con los minutos más agresivos del Depor. Apenas cinco. Suficientes, entre la calidad de Ziani, Fran, Turu y compañía para darle ventaja al Depor que marcó sus dos tantos en dos minutos.

El Espanyol, conmocionado por momentos, pareció quedar a expensas del equipo gallego. Pero el Depor subestimó a su rival.Permitió que se rehiciera, consideró suficiente el 1-2 para sumar los tres puntos y prescindió de Turu, posiblemente también derrengado por su febril actividad. Y allí salió a relucir el carácter indómito del Espanyol. Brindisi salpimentó el partido dando entrada al delantero uruguayo Darío Silva primero y a Tamudo después. Posse acabó encontrando puerta y Tamudo malogró la ocasión que hubiera apuntillado al Depor.