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De la Rosa: "Conseguir un punto sería un éxito"

De la sequía a la abundancia. Tras diez años sin representación, España tendrá este año dos pilotos en la fórmula 1. Pedro Martínez de la Rosa lo es desde el pasado día 10, cuando su patrocinador, Repsol, y su escudería, Arrows, sellaron el acuerdo definitivo. El piloto catalán, como hizo la semana pasada Marc Gené, se presentó ayer ante la prensa en un acto celebrado en Madrid. Ambos debutarán en el Gran Premio de Australia el próximo 7 de marzo.

"Por fin se han terminado las dudas", reconoció De la Rosa, quien llevaba semanas, meses, suspirando por que le confirmaran el volante para 1999. Todo el año pasado se lo pasó como probador de Jordan, y durante este invierno las negociaciones con Arrows fueron largas, duras y tensas. Al final, el papel fundamental de Repsol ha permitido que Martínez de la Rosa se convierta en el octavo piloto español que compite en la F1.Como en el caso de Gené con Minardi, las posibilidades de Martínez de la Rosa de lograr resultados brillantes parecen pequeñas. "Entramos en una escudería modesta y hay que tener paciencia", pide el piloto. "Creo que Arrows tiene potencial, pero la afición debe saber que conseguir un punto ya sería todo un éxito". Sólo suman los seis primeros de cada carrera, y Arrows forma parte de la segunda mitad de la tabla en la F1. El año pasado, su mejor clasificación fue el cuarto lugar de Mika Salo en Mónaco. En principio, el finlandés se alineará como compañero de equipo de De la Rosa esta temporada, pero también tiene posibilidades el japonés Toranosuke Takagi.

La trayectoria de este piloto barcelonés, de 27 años, que vive en Cardedeu, a tiro de piedra del Circuit de Catalunya, está repleta de éxitos. Siempre ha sido un triunfador. Ha ganado en todas las categorías inferiores en que ha participado. Sin embargo, de no haberse ido a correr a Japón, quizá nunca habría tenido la oportunidad que se le presenta en este momento.

"Fue muy duro vivir allí tres años, pero ahora sé que valió la pena", reconoce. Su título en la Fórmula Nippon, con coches de características ligeramente inferiores a los bólidos de F1, le abrió muchas puertas y el reconocimiento general de los que mandan en la categoría reina. Aun así, su entrada en el gran circo se produce tanto por sus méritos deportivos como gracias al empujón económico de un patrocinador.

De la Rosa parte con varias ventajas sobre Gené. En principio, su coche y su equipo ofrecen mayores garantías que Minardi, pero el piloto de Sabadell sorprendió el miércoles con registros muy competitivos en su último día de ensayos en Montmeló. También el historial de Pedro luce más horas de vuelo que el de su colega, fruto de su experiencia como probador en Jordan y de bastantes jornadas de ensayo con Arrows.

"¿Comparaciones y rivalidad con Marc? Claro que las habrá", dice el nuevo piloto de F1. "Pero lo importante para el automovilismo español es que estemos los dos dentro del grupo de 22 que participan en el campeonato del mundo y que la gente conozca mejor este deporte apasionante. Lo que tenemos que hacer los dos es intentar progresar y mejorar". De la Rosa ha llegado a un acuerdo con Arrows por un año, con la opción de seguir otras dos temporadas.

Su nueva escudería, sobre cuyos coches lucirán los colores de Repsol a cambio de una cantidad cercana a los 1.000 millones de pesetas, tiene su base en Inglaterra.

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