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La cárcel de Soto, excluida de la Liga de fútbol sala por incomparecencia de sus rivales

El equipo de fútbol sala de la cárcel de Soto del Real ha sido excluido de la Liga oficial de la Tercera División madrileña porque los rivales se niegan a acudir a la prisión, según denunciaron ayer la plantilla y su entrenador, Fernando Pérez Moreno. El equipo disputaba, hasta que fue expulsado, todos los partidos, tanto los de local como los de visitante, dentro de la cárcel de Soto, puesto que los jugadores son reclusos penados (con condenas de 6 a 13 años) que no pueden salir hasta cumplir una cuarta parte de la condena. Este año, los rivales se niegan a acudir a la cárcel. La federación ha comunicado a los presos su expulsión por incomparecencia. PASA A LA PÁGINA 6

El equipo de la cárcel era el más deportivo de la Liga

VIENE DE LA PÁGINA 1En las temporadas precedentes, el equipo de fútbol sala de la cárcel de Soto había acordado pagar a sus rivales los gastos de arbitraje a cambio de que los equipos se desplazasen al centro para jugar sus encuentros. El equipo contrario sólo tenía que enviar antes del jueves los nombres completos, edad y carné de identidad de jugadores, entrenadores y delegados. La documentación era remitida al centro, que tramitaba todos los permisos. Según Fernando Pérez, en las últimas temporadas no había existido ningún problema y el equipo quedó campeón de liga con la condecoración de ser el equipo más correcto. "Tan sólo sufrimos una expulsión en todo el año por doble tarjeta amarilla, y los árbitros nos habían felicitado por nuestro comportamiento, indicando que nuestros partidos eran los más tranquilos y deportivos del campeonato", indicó Pérez.

Al comienzo de esta temporada, el equipo se inscribió en la Tercera División, renunciando a subir de categoría por motivos administrativos. Se llegó al mismo acuerdo que en otros años. En la tercera jornada, el Guadalix de la Sierra no se presentó a disputar el partido en la cárcel. "Sorprendentemente", según Pérez, "se le concedieron los tres puntos, por lo que a partir de ese instante empezaron a aparecer equipos que siguieron la misma estrategia: no presentarse al partido para llevarse a casa la victoria". El 13 de febrero, la Federación Madrileña de Fútbol Sala anunció al equipo que quedaba expulsado de la competición por incomparecencia. Los 15 presos denuncian más inconvenientes: "La federación se niega a devolvernos el dinero de las fichas alegando que los derechos federativos les pertenecen". "Por todo esto, tenemos la obligación de gritar, ya que, además, la federación no nos comunicó con suficiente antelación su decisión para que así se nos agotase el plazo en el que poder recurrir al Comité de Apelación", añaden los reclusos, que agredecen al centro penitenciario todos sus esfuerzos por evitar que su exclusión de la competición se llevase adelante. Este periódico trató ayer, sin éxito, de conseguir la versión de la Federación de Fútbol Sala.

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