El juez rechaza la petición del fiscal de suspender un juicio por asesinato porque una acusada ha de dar de mamar

Apenas una hora después de que se iniciara ayer la vista oral del juicio con jurado por la muerte de un hombre que fue apuñalado y quemado, se produjo el primer receso. Una acusada, Ana Belén C., debía amamantar a su hija, un bebé de poco más de dos meses. La discusión en torno a la posible suspensión del juicio por esta circunstancia consumió hora y media de la sesión. Finalmente, el magistrado denegó la petición de aplazamiento del fiscal y determinó que se pararán las sesiones cuando la acusada dé de mamar al bebé. El fiscal Antonio Gastaldi pidió el aplazamiento esgrimiendo los derechos del menor, que cada jornada deberá ser trasladado al palacio de justicia. Gastaldi, quien calificó esta situación de "insólita", considera que es un abuso para el bebé el someterlo a la marcha del juicio, que "después de dos años desde que ocurrieron los hechos podría, perfectamente, haberse aplazado un par de meses más". Según el fiscal, la negativa del magistrado se basó en el informe de un forense que no ve impedimento en que la madre se siente en el banquillo y dé de mamar al bebé. Así, tras la selección del jurado, por la tarde se inició la primera jornada del juicio por la muerte de Vicente Collado, cuyo cadáver apuñalado y calcinado fue decubierto el 18 de noviembre de 1996 en el maletero de su coche en Oropesa. En el banquillo de los acusados se sientan cinco personas, Enrique P. y Ana Belén C, compañeros y padres de la niña lactante, y Victoria N., José P. y Francisco Ch. acusados de encubrir a los primeros, supuestos autores del asesinato. El fiscal pide 30 años de prisión por robo y asesinato para los dos primeros acusados y hasta tres años de cárcel por encubrimiento para los restantes. La defensa afirma que actuaron en defensa propia. Así lo afirmó ayer el primer interrogado, Enrique P., actor, agente de seguridad de discotecas y modelo.