"Expediente X" desvela los secretos urdidos en los últimos seis años

La serie Expediente X ya nunca será la misma: sus creadores han decidido poner fin a los enigmas que han ido apareciendo en los seis años que lleva en antena. Los secretos cultivados en ese largo tiempo acabaron en el capítulo que anoche se emitió en Estados Unidos. Es el fin de lo que los seguidores de la serie conocen como la conspiración. Ahora los guionistas tienen que partir de cero. Esto ocurre cuando tienen lugar los sweeps, es decir, las oleadas de medición de audiencia de los mercados locales de EE UU.

De los resultados de audiencia depende el precio que las cadenas cobran por la publicidad del resto del año. Por eso las televisiones guardan sus productos estelares y los mejores episodios de sus series para los sweeps, que tienen lugar en febrero, mayo y noviembre. Para los no iniciados, la conspiración es la trama fundamental de Expediente X, la intriga en la que están involucrados los Gobiernos de varios países para esconder las pruebas de vida extraterrestre o aprovechar su inteligencia superior en el desarrollo de sofisticadas tecnologías militares. Incluso para muchos de los hinchas que habitualmente usan Internet como foro de discusión, la conspiración se ha complicado demasiado. Para los menos fanáticos, algunos argumentos son tan complejos y requieren tanta información anterior que el espectador empieza a pensar que son los agentes Mulder y Scully los que vienen de otro planeta.

Chris Carter, el padre de la serie, es el único que no la considera "complicada". En una entrevista en el semanario Entertainment Weekly, Carter asegura que la trama es creíble debido precisamente a su complejidad. Si es así, ¿por qué no seguir con ella? Frank Spotnitz, guionista de la película y autor del episodio que desvela los secretos, asegura que la decisión de poner fin al hilo que se ha tejido en los últimos seis años fue inesperada. "Después de la película de cine, cuando nos sentamos a hacer el siguiente guión de la serie sobre la conspiración, sentíamos que teníamos que acabar con ella. De repente", dice Spotnitz, "nos emocionamos con la idea de terminar con la conspiración".

Sin embargo, los espectadores no confían en nadie, siguiendo al pie de la letra una de las máximas de la serie. También se habían hecho promesas similares cuando se estrenó la película el verano pasado y luego dejó más incógnitas que soluciones. La Fox ha desvelado la identidad real de El Fumador (un personaje humeante con más vidas que un gato). Se ha sabido si Skinner, jefe de Mulder y Scully, está o no muerto (tranquilos todos). Y, sobre todo, se acabaron las incógnitas sobre Samantha, la hermana de Mulder que fue raptada por los extraterrestres a los ocho años.

El incansable esfuerzo de Mulder por encontrar a su hermana ha conducido al agente y a su compañera Scully a una búsqueda interminable de la verdad. Tanto decir que la verdad "está ahí fuera" (lema de la serie) ha hecho que los espectadores salgan de casa a buscarla a la hora que se emite la serie: Expediente X pasa por uno de sus peores momentos en los índices de audiencia de Estados Unidos, aunque sigue teniendo seguidores para dar y tomar. Carter tiene contrato sólo hasta la séptima temporada de la serie, que acaba en mayo del año 2000. Es casi seguro que ahí terminará la serie en su recorrido televisivo, pero seguirá su desarrollo cinematográfico.