Un problema de mala imagen
El presidente de la Asociación Estatal de Empresas de Trabajo Temporal (AETT), Ricardo Rodríguez Castañón, considera que la clave de la mala imagen social de estas compañías está en la "falta de consenso y de diálogo suficiente" cuando surgió la ley que regula este sector. "Las ETT nacen de un contexto de conflicto y con la oposición de los sindicatos, que hacen un discurso negativo sobre el trabajo temporal", señala. Otro de los factores que favorecen la percepción negativa de las ETT es la proliferación de empresas ilegales o piratas en el sector. La AETT está de acuerdo en acabar con los piratas, que infringen la legislación, porque "sus errores se generalizan y acaban salpicando a los demás", según Rodríguez Castañón. No obstante, el presidente de la patronal del trabajo temporal, que está integrada en la CEOE a pesar de agrupar sólo al 40% de las ETT existentes, afirma que la posición de los sindicatos ha ido cambiando de forma positiva. Pero reconoce: "Estamos todavía en la resaca del discurso negativo y para superarla debemos realizar una serie de reformas". Los sindicatos, el Gobierno y la patronal están abordando en la actualidad la reforma de la ley de las ETT, que regula estas empresas desde junio de 1994. La equiparación del salario y la jornada de los trabajadores de las ETT con los de sus compañeros en las empresas usuarias y la eliminación de las piratas son las principales cuestiones que se tratarán en las negociaciones. Rodríguez Castañón se muestra dispuesto a analizar "todos los aspectos, pero con rigor". La exigencia esencial de la AETT en la mesa de negociación será que las ETT puedan prestar servicios en todos los sectores productivos sin ninguna limitación, cosa que no ocurre en la mayoría de los países europeos.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.