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EL PROCESO DE PAZ

Órgano de propaganda de una causa

Juan Carlos Sanz

El Gobierno turco dice que sólo es la fachada de un grupo terrorista, el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), que no representa a nadie. Los independentistas kurdos aseguran que es la única salida que tuvieron cuando, en 1994, sus diputados en la Asamblea legislativa de Ankara fueron encarcelados o forzados a expatriarse. Pero la creación del Parlamento Kurdo en el Exilio, en 1995, se produjo después de que Alemania, su principal tierra de asilo, declarara ilegal al PKK y lo calificara como organización terrorista. Y aunque este partido precisa que sólo ocupa 12 de los 65 escaños, nadie duda de que controla por completo este órgano de propaganda de la causa kurda en los países occidentales.La causa de los kurdos -12 de los 62 millones de habitantes de Turquía- encuentra numerosas simpatías en Alemania, Francia Holanda y Bélgica y los países escandinavos. Los kurdos de Turquía no pueden recibir enseñanza en su propia lengua ni usarla en los medios de comunicación; cualquier propuesta de autonomía o descentralización acarrea un procesamiento.

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Tras su fundación en La Haya, el Parlamento Kurdo en el Exilio, con sede en Bruselas, ha celebrado reuniones en Viena, Moscú, Copenhague y Roma, donde los diputados italianos les cedieron su sede. En todos los casos, el Gobierno de Ankara reaccionó con duras advertencias y amenazas de represalias diplomáticas y económicas.

Formalmente, el Parlamento Kurdo en el Exilio nace para denunciar la ilegalización de los sucesivos partidos nacionalistas kurdos en Turquía: cinco de sus diputados fueron encarcelados tras ser privados de su inmunidad parlamentaria. En la práctica, sus miembros no han sido votados por ningún cuerpo electoral. Son diputados exiliados, alcaldes, personalidades políticas y de la cultura, dirigentes de moviminentos asociativos, junto con una representación de las minorías asiria, alevi , árabe y cristiana del Kurdistán. Algunos de ellos ya han sido recibidos antes por responsables de los partidos nacionalistas vascos y catalanas.

El PKK surge a finales de los años setenta en medio de la explosión de grupos armados ultraizquierdistas y de bandas paramilitares fascistas que convulsionó a Turquía y que desembocó en el golpe militar de 1980. En 1984, el PKK se lanzó a una guerra abierta contra el Estado turco que se ha cobrado hasta ahora unas 30.000 muertes, ha desencadenado la destrucción de más de 3.000 pueblos y aldeas y ha obligado a instaurar el estado de excepción en el sureste del país.

Tras la ola de atentados de la década de los ochenta contra las embajadas y los intereses de Turquía en el exterior, el PKK ha atacado también a extranjeros en las principales zonas turísticas turcas. El vasco Javier Castro González, que se encontraba en un viaje de negocios, murió en 1994 al estallar una bomba colocada en el Gran Bazar de Estambul.

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Pero el gigantesco despliegue de fuerzas de seguridad en el sureste de Turquía, y la aparente pérdida de sus bases en el norte de Irak y Siria, parecen haber llevado al PKK a replegarse del frente de combates para iniciar una ofensiva diplomática. La reciente presencia de su líder, Abdulá Ocalan, en Roma desencadenó un grave incidente en los Gobierno turco e italiano.

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Sobre la firma

Juan Carlos Sanz
Es el corresponsal para el Magreb. Antes lo fue en Jerusalén durante siete años y, previamente, ejerció como jefe de Internacional. En 20 años como enviado de EL PAÍS ha cubierto conflictos en los Balcanes, Irak y Turquía, entre otros destinos. Es licenciado en Derecho por la Universidad de Zaragoza y máster en Periodismo por la Autónoma de Madrid.

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