El hallazgo del cadáver de un tripulante del "Marero" reaviva la tragedia del naufragio

Los familiares de los tripulantes del Marero revivieron ayer la tragedia del naufragio del palangrero pasaitarra. El cadáver que encontró el pasado domingo el arrastrero Alba do mar fue identificado como el de uno de los pescadores desaparecidos. El avanzado estado de descomposición del cuerpo propició la cautela de los forenses, que no se aventuraron a facilitar su identidad, y del Juzgado de Instrucción número 3 de Gernika, que decretó el secreto de sumario. La noticia coincidió con el anuncio de que los familiares cobrarán mañana 48 millones de indemnizaciones.

Las redes del arrastrero Alba do Mar con base en Ondarroa (Vizcaya) lograron lo que no consiguieron los equipos de salvamento marítimo durante más de 10 días de rastreo: encontrar el cadáver de uno de los tripulantes del Marero, el palangrero pasaitarra que desapareció el pasado 19 de diciembre en aguas del Cantábrico. El arrastrero faenaba el domingo en la misma zona en la que se encontraba el Marero cuando estableció su última comunicación, a unas 110 millas del puerto de Ondarroa. Los pescadores alzaron sus redes y encontraron el cádaver de un hombre en avanzado estado de descomposición. Vestía pantalones amarillos de plástico, una chaqueta azul de pana y una camisa de estilo militar. Alba do Mar arribó sobre las 4.30 del lunes al puerto vizcaíno de Ondarroa. Hasta allí se desplazaron los armadores del Marero Enrique Chouzas y Daniel Magán, que fueron incapaces de identificar el cadáver, y un juez, quien ordenó el traslado del cuerpo al Instituto Anatómico Forense del hospital de Basurto, donde se le practicó la autopsia. El avanzado estado de descomposición del cadáver aconsejó la cautela. Los médicos forenses remitieron el informe al Juzgado de Instrucción 3 de Gernika, encargado del caso, cuyo magistrado decretó el secreto de sumario. Los familiares de los tripulantes del Marero no las tenían todas consigo, carecían de confirmación oficial sobre la identidad del muerto. Pero fueron capaces de aportar un "dato significativo" al juzgado, según indicó el presidente de la Cofradía de Pescadores de Pasaia, Jaime Tejedor. Esto apunta a que más que hipótesis barajan certezas. "Algunos familiares", dijo Tejedor, "tienen más posibilidades, conocían la ropa que llevaba y creen que puede ser su familiar". Pero seguidamente apeló a la cautela y la discreción ordenada por el juez instructor del caso. Trámites avanzados El hallazgo del cadáver reavivó ayer el dolor de las familias de los ocho tripulantes del pesquero, volcados ya, entre el pesar y la resignación, en las negociaciones con las compañías aseguradoras para agilizar el cobro de sus indemnizaciones. "Han pasado 50 días", señaló Tejedor, "y al encontrarse el cuerpo es como si no hubiese transcurrido ese tiempo. Les ha hecho revivir la tragedia como si hubiese ocurrido hoy". Las familias de los tripulantes del Marero celebraron el funeral por los ocho pescadores el pasado 16 de enero. "Deseaban encontrar a sus seres queridos para enterrarlos", precisó Tejedor, "pero ahora sólo va a poder cumplirlo una de las familias". La aparición del cuerpo del tripulante del Marero se produce en un momento en los trámites para hacer efectivas las indemnizaciones están muy avanzados. Precisamente, la correduría Eurobrok y la compañía Previsión Española anunciaron ayer que el cobro de las pólizas de seguro se realizará mañana en la Federación de la Cofradía de Pescadores de Guipúzcoa. Cada familia percibirá 6 millones de pesetas, que corresponden a las pólizas contratadas por la federación. Y lo harán mes y medio después del siniestro. Las compañías, por tanto, han obviado el plazo de dos años, una vez hallados los restos del naufragio, para el desembolso del dinero. El Marero desapareció el 19 de diciembre en aguas del Golfo de Vizcaya. Durante las labores de búsqueda, que se prolongaron durante más de 10 días, los equipos de rastreo sólo encontraron una balsa y dos aros salvavidas.