A vueltas con "Deep Blue"
Si no puedes con tu enemigo, alíate con él. Es la pragmática actitud de Kaspárov desde que el programa Deep Blue, de IBM, le dio uno de los mayores disgustos de su vida. "Desde que utilizo intensamente el ordenador para entrenarme juego con más precisión porque la máquina castiga de forma fulminante cualquier error de ejecución por muy bonita que sea mi idea", explicaba ayer el número uno desde Moscú. Kaspárov no se cansa de acusar de trampas a IBM: "Aún espero que me den una copia impresa del proceso de reflexión de Deep Blue, que hizo jugadas inconcebibles en una máquina. Estoy dispuesto para la revancha, pero con la garantía de que no habrá intervención humana esta vez".
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