Un hombre de 60 años muere apuñalado por su hijo en Almería

Manuel Salmerón Zoyo, un hombre de 60 años de edad, murió ayer en su casa de la capital almerienses tras ser apuñalado por su hijo, J. M. S. M., de 27 años. La víctima recibió, mientras dormía, varias puñaladas con un cuchillo de monte, una de las cuales le cortó la yugular. A pesar de la gravedad de las heridas, la víctima aún fue capaz de aprovechar los minutos de vida que le quedaban para escapar de su agresor y salir a la calle a pedir auxilio. La ayuda de los vecinos y la llegada de la Policía y los servicios de emergencias sanitaria no pudieron evitar que Manuel Zoyo falleciera junto a su casa, situada en la calle Berchite de la capital almeriense. El supuesto parricida se encontraba aún en el domicilio que compartía con su padre cuando llegó la Policía. Pocos minutos después de haberlo detenido, fue hallada el arma homicida en una acera cercana a la vivienda. El joven, adicto a las drogas y considerado por las autoridades como un delincuente habitual, cuenta con numerosos antecedentes policiales. De hecho, ya había sido detenido en 20 ocasiones anteriores. Todas esas detenciones se produjeron en Almería y, la mayoría, estuvieron provocadas por delitos contra la propiedad. Los vecinos de El Tagarete -el barrio en el que se encuentra el domicilio que compartían el fallecido y su presunto agresor- han asegurado que el joven detenido eran un hombre de carácter violento y que a menudo mantenía disputas con su padre. A la víctima la recuerdan como "un buen hombre" que siempre "hizo todo lo que pudo por el bien de su hijo". Según las primeras investigaciones de la policía, la adicción a las drogas del detenido podría haber sido la causa que motivó la violenta muerte. Sin embargo, hasta el momento, se mantiene abierta la investigación.