_
_
_
_
FÚTBOL 21ª JORNADA DE LIGA

Kluivert mantiene la racha del Barça

Los azulgrana despachan al Extremadura con una victoria funcionarial en un partido muy áspero

Àngels Piñol

Siete sobre siete. 21 puntos de 21 posibles. Van Gaal bate ya sus propios récords -el año pasado la racha se estancó en seis-. El Barça arañó ayer la victoria más áspera. No fue una tarea fácil. Tuvo que remontar un gol y logró el definitivo cuando el partido agonizaba. Fue el de ayer el partido ideal para Luis Enrique: marcó el primero y regaló un pase a Kluivert, a seis minutos del final, para que firmara el segundo. El holandés lo celebró enloquecido. No olvidará fácilmente Almendralejo: abandonó su particular purgatorio -llevaba casi cuatro meses sin marcar: 13 jornadas- y libró a su equipo de la angustia final. El Barça tiene lo que quería: preparar sin nervios la visita del Madrid. Y cumplió su única obsesión: continuar como líder y mantener su colchón de tres puntos sobre el grupo de Hiddink. El día empezó mal para el Barça. Tenía razón Van Gaal. Su premonición se cumplió. Tocaba ayer sufrir y evitar la falta de concentración manifiesta en otros días frente a rivales del mismo calado. El Extremadura no le defraudó: consiguió que el Barça se sintiera sumamente incómodo. El equipo de Benítez sometió a su rival a una presión brutal por todo el campo. El balón no tuvo dueño y el Barça, especialmente, se quedó huérfano. Espoleado por una afición muy crispada con las decisiones arbitrales y con ganas de revancha, Velamazán, un ex canterano de Cruyff, intimidó inicialmente con un par de contraataques que anunciaron el gol. Fue un tanto temprano a la salida de un córner. Poli remató con dureza desde fuera del área y Duré envió a la red. Y pudo llegar el segundo, pero Hesp logró desviar un potente disparo de Expósito.

EXTREMADURA 1

BARCELONA 2Extremadura: Amador; Óscar Montiel, Kalla, Félix, David; Velamazán (Pedro José, m. 68), Belenguer, Expósito, Poli (Manuel, m. 75); Gabrich y Duré (Outtara, m. 84). Barcelona: Hesp; Ronald de Boer, Pellegrino, Abelardo, Sergi; Guardiola; Luis Enrique, Cocu; Figo, Kluivert y Rivaldo. Goles: 1-0. M.19: Poli remata con dureza desde el frontal del área, a la salida de un saque de esquina, y Duré desvía la trayectoria del balón a la red. 1-1. M. 29. Cocu se hace con el balón en la banda izquierda, combina con Rivaldo, que se interna en el área y lanza un centro raso que Luis Enrique remata a la red. 1-2. M. 84. Guardiola toca de cabeza para Luis Enrique, el asturiano entra en el área y asiste a Kluivert, que remata a placer. Árbitro: Puentes Leira. Mostró la tarjeta amarilla a Belenguer y Kalla. Lleno en el Francisco de la Hera. El club presentó una protesta, antes del encuentro, contra la suspensión al francés Viaud.

El Barça nunca impuso su ley y pagó más que nadie la dureza del césped. No pudo jugar con el balón en el suelo. El caos lo desenredó un hombre: Rivaldo. Tras una gran internada de Cocu, el brasileño lanzó un centro preciso que Luis Enrique enganchó llegando desde atrás. Figo calcó la misma jugada poco después, pero Kluivert, todavía enemistado con el gol, falló de nuevo. También Cocú tuvo muy cerca el segundo.

El partido fue siempre un juego de equilibrios. La banda derecha del Barça fue un coladero. David se rifó cuando quiso a Ronald de Boer, como falso lateral. No se supo al final de qué acabó jugando el gemelo. Empezó atrás y acabó perdido en el centro.

El partido se embarulló aún más tras el descanso. El Barça no consiguió despegarse de la presión, no abrió el campo por las bandas y el Extremadura quiso repetir sus hazañas del pasado. No es gratuito que aquí cayeran el Mallorca o el Valencia. Pero tuvo más voluntad que acierto: sus acciones se limitaron a potentes disparos de Belenguer y a un cabezazo de Poli. Tuvo ganas, pero tampoco estuvo más inspirado el Barça: apenas dos lanzamientos de Rivaldo y otra ocasión fallada por Kluivert. El partido estaba abierto y la grada soñaba con la victoria, una situación propicia para los futbolistas decisivos. Así que Guardiola tocó de cabeza para Luis Enrique, quien encaró el área para pasar servirle el gol a Kluivert. El holandés, esta vez -a la cuarta ocasión- acertó. El delantero celebró el gol con gran alborozo, mientras Guardiola se abrazaba a Ronald de Boer y Van Gaal -que no hizo ni un solo cambio- se sumaba a la fiesta con todo un surtido de gestos de alegría.

Pese a no enamorar, el Barça no pierde comba. A falta de juego, impuso su oficio para resolver un partido que tenía mala pinta, tanto por el rival como por el campo, y también por la capacidad de distracción de los grandes equipos en campos en los que no gustan jugar. A un partido feo, le dedicó un triunfo funcionarial.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_