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La sonda "Stardust" parte hoy a la caza de un cometa

La misión regresará dentro de siete años con muestras de la cola del "Wild 2"

Remontarse en el tiempo a través del polvo. Es el objetivo de una misión espacial atractiva que puede empezar hoy con el lanzamiento de la sonda no tripulada Stardust (polvo de estrellas) para iniciar un viaje que le llevará dentro de cinco años al encuentro del cometa Wild 2, de cuya cola intentará obtener muestras. Con ellas está previsto que vuelva a la Tierra dentro de siete años. El lanzamiento está previsto esta noche desde cabo Cañaveral.

El riesgo de fracaso de la misión es alto, como demostró el encuentro cercano frustrado entre la sonda Near y el asteroide Eros, hace sólo dos meses, por un fallo de comunicaciones, pero, si tiene éxito, sería la primera vez que se pudieran examinar en la Tierra muestras de otro cuerpo celeste, si se exceptúa la Luna. Ayer, los preparativos proseguían normalmente en cabo Cañaveral. La misión puede lanzarse hoy, pero también puede partir cualquier día hasta el 25 de febrero, por lo que no se esperan problemas para su inicio efectivo. La sonda, a bordo de un cohete Delta II, se insertará en una órbita temporal de la Tierra a 189 kilómetros de altura para, al alcanzar la orientación necesaria al cabo de media hora, salir catapultada por el cohete hacia el espacio exterior.

Nada más independizarse, Stardust se estabilizará mediante sus propios pequeños cohetes y luego desplegará los paneles solares y los orientará al Sol para disponer de energía para las comunicaciones. Pocos minutos después, sus señales deben ser captadas por la primera de la tres estaciones terrestres que la controlarán durante todo su trayectoria. Ésta consistirá en una primera vuelta alrededor del Sol, que le traerá a las cercanías de la Tierra dentro de dos años. Entonces aprovechará la gravedad terrestre para coger impulso e iniciar una segunda vuelta alrededor del Sol.

Encuentro en 2004

La repetición de todo el proceso le llevará en el año 2004 al encuentro con el cometa Wild 2. Dos años después, al volver a pasar por la Tierra, entrará en la atmósfera y, antes de quemarse, dejará caer una cápsula hermética con las muestras obtenidas en las llanuras saladas del estado de Utah (EE UU). La nave es la parte más visible de una de las misiones "pequeñas, baratas y rápidas" de la NASA. El peso total es de 380 kilogramos. La longitud del cuerpo principal es 1,7 metros, más o menos como una mesa de oficina. Con este ligero bagaje la nave debe acercarse a unos 100 kilómetros del núcleo del cometa y sacar una especie de raqueta de tenis recubierta de una espuma especial, bautizada aerogel, para que se incrusten en ella las partículas de la turbulenta cola del cometa.

Si todo sale bien, los científicos esperan conocer mucho mejor cómo era la nube interestelar que dio lugar al sistema solar y a todos sus habitantes. Y saber algo más sobre la posible aportación de las moléculas orgánicas del cometa a la aparición de vida en la Tierra.

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