Borrell asegura que el caos aéreo revela la incompetencia de Fomento

El candidato socialista a la presidencia del Gobierno, José Borrell, afirmó ayer que el caos del tráfico aéreo que padece el país revela la incompetencia absoluta del Ministerio de Fomento, que debe reconocer su error en las rutas diseñadas para el aeropuerto de Barajas. Borrell, que antes fue ministro de Obras Públicas y Transportes, inauguró una jornada sobre infraestructuras para parlamentarios socialistas a la que también acudieron alcaldes, consejeros autonómicos y ex altos cargos que compartieron con él su etapa de ministro.

Desde el drástico ajuste que el PP ha aplicado a las inversiones en infraestructuras -las de 1999 se sitúan por debajo de lo realizado en 1995 por el último Gobierno socialista- a la gestión sin rumbo que observan en el Ministerio de Fomento, pocas cosas escaparon a las críticas de los ponentes en las jornadas celebradas ayer en un salón del Congreso de los Diputados abarrotado. La principal de ellas es la ausencia de planificación en las actuaciones del ministerio que dirige Rafael Arias-Salgado. Esta carencia -"no existe ni un sólo documento de planificación conocido", según su antecesor-, afecta a los territorios con deficiencias en infraestructuras que respeten el medio natural y necesitadas de solidaridad, como es el caso de Extremadura. "Esta comunidad", dijo, "va a perder 100.000 millones de pesetas de inversión pública comunitaria en este cuatrienio porque el Gobierno no puede cofinanciar proyectos".

El país no se da cuenta de que la inversión está parada, según Borrell, porque "se siguen inaugurando obras que encontraron en ejecución". Luego criticó las intenciones del Gobierno de privatizar las infraestructuras rentables, como los aeropuertos, a lo que "se opondrá el PSOE, radical y contundentemente" porque considera que no beneficia a los intereses del país y será una nueva ocasión de negocio para algunos. "Hay demasiados pequeños aeropuertos para que puedan ser rentables y su privatización sería muy negativa".

El abandono de la planificación fue también el eje de las intervenciones de los ponentes. El candidato a la presidencia de la Junta de Galicia, Emilio Pérez Touriño, ex secretario general de Obras Públicas con Borrell, dijo que el olvido del Plan Director de Infraestructuras, (PDI) está resultando nocivo para todos los sectores. Ese plan se diseñó para articular viales de alta capacidad entre los principales núcleos de población y tejer una red alternativa a las carreteras radiales que diera cohesión al territorio.

Si ya en la segunda edición del PDI el propio Gobierno del PSOE introdujo modificaciones que alteraron el plan, muy técnico y objetivo en su concepción, su abandono por el Ejecutivo actual da pie a que se ejecuten infraestructuras arbitrariamente, porque lo reclama una autonomía con suficiente poder. Pérez Touriño cree que no tiene sentido hacer autopistas de peaje con un elevado porcentaje de sus inversiones adelantadas por el Gobierno cuando se sabe de antemano "que no superarán umbrales" de 4.000 vehículos por día. Otros intervinientes como el ex consejero de Obras Públicas del País Vasco, José Antonio Maturana, resaltaron el papel decisivo que desempeñó José Alberto Zaragoza al frente de un equipo que dirigió "actuaciones estructurantes" en Asturias, Barcelona o el propio Bilbao. En esta ciudad, y su área metropolitana, afectada por una fuerte depresión industrial, la creación de un consorcio formado por Renfe, Feve, el ayuntamiento, la diputación foral, el Gobierno vasco y el ministerio ha logrado poner en marcha un plan que va a cambiar la cara de la ría, su entorno urbano y sus comunicaciones. Los alcaldes de Gijón, Vicente Álvarez Areces, y de San Sebastián, Odón Elorza, consideraron sus mayores logros las políticas de reserva de calles a peatones y la implantación de un concepto de urbanismo "contrario al que encabeza", por ejemplo, el alcalde de Madrid, que pretende llevar los automóviles al corazón de la ciudad a través de autopistas de peaje subterráneas.

Antonio Monfort, ex responsable de infraestructuras ferroviarias, destacó que mientras el 87% de los ingresos tarifarios de Renfe proceden del ferrocarril convencional, todas las inversiones se las lleva la línea del AVE Madrid-Barcelona.