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VALENCIA

Un promotor compra al Ayuntamiento de Valencia un solar que ya ha edificado

Un solar de propiedad municipal que ya no es tal solar puesto que ha sido ocupado por un edificio de nueva planta -para cuya construcción el Ayuntamiento de Valencia concedió la preceptiva licencia-, será vendido "por razón de colindancia" al promotor que compró las propiedades contiguas para construir. Se trata de una parcela de algo más de 160 metros cuadrados que, según el servicio municipal de Patrimonio, no era "edificable por sí misma por razón de forma y superficie", calificada como suelo urbano y que goza de una edificabilidad de 1.217 metros cuadrados, en siete alturas más ático. La parcela está ubicada en la calle de Vicente Blasco García, entre la avenida del Cid y el término de Mislata, y va a ser enajenada por 26 millones de pesetas al constructor, Juan Bautista Soler. Los socialistas denunciaron ayer la operación porque, entre otras cosas, consideran que esa zona se ha revalorizado gracias al metro y que el precio del suelo es ahora mucho mayor. PASA A LA PÁGINA 5

El Ayuntamiento concedió licencia a pesar de ocupar suelo municipal

VIENE DE LA PÁGINA 1 El Ayuntamiento de Valencia detectó a mediados del año 1994 que el solar de su propiedad de la calle de Vicente Blasco García había sido ocupado de forma ilegal por el propietario de las parcelas colindantes, a quien instó a retirar hasta sus propio terreno las vallas instaladas que incluían el suelo público y a quien prohibió la realización de obra alguna sobre la propiedad municipal. A principios de 1995 el constructor Bautista Soler, promotor, entre otros muchos proyectos, del polémico complejo de los cines Lys, en el centro de la ciudad, compareció en representación de la mercantil Inmobival, SA, ante el servicio municipal de Patrimonio. Allí, Soler manifestó que había tenido conocimiento de que se habían producido diversas inspecciones municipales en el solar de su propiedad y para que el Ayuntamiento comprobara la titularidad de los terrenos aportó una escritura de compra-venta otorgada por Miguel Vidal Igualada a Inmobival a finales de 1993 y certificaciones registrales de las parcelas, indicando además que estaba dispuesto a "regularizar" la situación mediante la adquisición de las parcelas "que resulten ser de propiedad municipal". Mientras tanto, el promotor, al sentirse víctima de una supuesta estafa por parte de Miguel Igualada, promovió contra él una demanda judicial que desembocó en un auto dictado el 10 de enero de 1997 por un juzgado de Valencia. La resolución judicial condenaba a Igualada y Segunda Vinuesa Cortázar a pagar a Inmobival el valor de la parcela municipal según el precio que estipulara su propietario -el Ayuntamiento de Valencia-, para que la promotora lo comprara. "Habitual" Pero el Ayuntamiento ya había concedido la preceptiva licencia de obra, al parecer sin percatarse de que suponía la invasión de terrenos de propiedad pública. Según un informe elaborado por Patrimonio, este extremo sólo fue conocido el 10 de diciembre de 1998, por lo que ahora se propone regulalizar la situación mediante la venta del suelo público. El concejal delegado de Hacienda, Alfonso Grau, aseguró ayer que lo sucedido con esa parcela es "habitual" en reparcelaciones subsiguientes al cambio de calificación de terreno rústico en urbano. Según el edil, los propietarios de huerta "tienden a considerar como suyos los senderos de acceso a sus terrenos" y no es raro que los incluyan cuando proceden a su venta. Grau aseguró que el Ayuntamiento "no le ha hecho ningún favor" a Bautista Soler y acusó a los socialistas de denunciar el asunto por intereses electorales cuando han aprobado muchas operaciones como esta en las comisiones de Hacienda. Los socialistas, por su parte, critican la gestión municipal y el que el terreno haya sido valorado "por debajo de su valor". El solar ha sido valorado a razón de 22.000 pesetas el metro cuadrado de techo, pero los socialistas señalan que en esa zona y con la línea de metro, los precios superan ampliamente las 30.000 pesetas.

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