Coca-Cola rueda su anuncio de 1999 en una casa del barrio de Santa Cruz
Una casa sevillana del siglo XIX en pleno barrio de Santa Cruz ha sido el escenario elegido por Coca-Cola para rodar el anuncio televisivo de este año. Durante cuatro días, un equipo de más de 200 personas dirigido por el paquistaní Tarsem se ha desplazado a la plaza de Santa Cruz para realizar el comercial Running to the store, que cuenta las peripecias de unos niños para conseguir el popular refresco. La casa, en la que vivió el torero Cañero, ha sido rehabilitada por el estudio de Manuel Chabrera.
Tarsem, prestigioso realizador que ha firmado anuncios para marcas como Levi"s o Nike, ha elegido como escenario para el spot de Coca-Cola una casa sevillana del siglo pasado que fue residencia del rejoneador cordobés Antonio Cañero y en cuya fachada se han conservado los azulejos con sus pases de rejoneo. El edificio, propiedad de una empresa inmobiliaria, ha sido recientemente rehabilitado por el estudio del arquitecto Manuel Chabrera, que ha querido respetar en todos los detalles su espíritu decimonónico. El comercial cuenta las aventuras de unos niños que se quedan sin Coca-Cola durante la retransmisión de un partido de fútbol en televisión y deciden ir a buscarla a una tienda de comestibles que Tarsem recreó en un local comercial con un decorado típicamente sevillano. El rodaje comenzó el viernes y concluyó ayer. "Nos quedamos muy sorprendidos cuando el equipo de rodaje se puso en contacto con nosotros. Temíamos que se produjeran daños pero insistieron tanto que accedimos", relata Chabrera, que asegura que en la restauración se ha respetado la distribución y los materiales originales del edificio, que consta de dos plantas y ático. "Queríamos mantener el estilo y la apariencia de la casa tal y como era en el siglo pasado adaptándola a las necesidades actuales", explica el arquitecto que ha trabajado ocho meses en el proyecto. "Tarsem buscaba el sabor auténtico de Sevilla. No quería que se tocara nada. Lo único que hizo fue levantar las alfombras para que se vieran los suelos antiguos", señala. Baldosas, escalones y puertas han sido recuperados para conservar el carácter tradicional del inmueble. Incluso un especialista argentino ha desmontado todas las cerraduras y las ha vuelto a colocar, tras repararlas.
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