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Reportaje:

Un 'best seller' en Chambery

Unos delincuentes se guían por una novela para robar un cuadro valorado en 200 millones en Francia

André Gilbertas, alcalde de Chambery, una población francesa que agrupa a poco más de 100.000 habitantes a los pies de los Alpes, publicó en 1994 L'inconnu d'Uccello, novela sobre el robo de una tela del célebre y misterioso pintor florentino expuesta en el museo del pueblo. "La pintura me gusta mucho, y Paolo Uccello, muy especialmente", explica Gilbertas, que no vio su esfuerzo literario coronado por el éxito.Pero ahora, durante 15 días, su relato se ha hecho realidad. Unos ladrones entraron en el Museo de Bellas Artes de Chambery y se llevaron el retrato del desconocido atribuido a Uccello y valorado entre 150 y 200 millones de pesetas. "Yo había publicado L'inconnu, sobre todo, para denunciar la falta de protección que afecta a gran parte de nuestro patrimonio. Las latas de sardinas o de guisantes en un supermercado están mejor protegidas que muchas obras de arte", comenta Gilbertas a este diario. Él y los rateros comprendieron que esa "falta de protección" iba a facilitarles la tarea.

En efecto, el museo de Chambery está bajo la observación electrónica de cámaras de vídeo, pero el cuadro de Uccello queda en un ángulo ciego, y, sobre todo, no hay ninguna garantía de que alguno de los seis vigilantes esté todo el rato mirando los monitores. "Tengo que añadir, aunque eso yo no lo sabía, que, el día del robo real, los guardianes habían desconectado la alarma, pues prefieren activarla sólo cuando el museo está cerrado, para evitar que se dispare intempestivamente". El alcalde no se siente inspirador o responsable indirecto del robo. "En el libro, todo ocurre en otro museo, junto a Lyón, y queda claro que no tiene sentido robar un uccello porque es invendible, todo el mundo lo reconoce".

El caso es que, 10 días después del robo real, la tela ha sido hallada en un parking, en Aix-les-Bains, gracias a una llamada telefónica anónima. De nuevo, como en el libro. "No exactamente. En mi novela, el ladrón es un pintor que quiere demostrar su maestría y que realiza una copia que los expertos toman por el original. Luego, cuando el cuadro es colgado de nuevo, envía la pintura auténtica, satisfecho de haber demostrado que sabe pintar como un maestro y desafiar a los especialistas". No obstante, Gilbertas se muestra convencido de que la tela recuperada en Aix es la genuina de Uccello.

Se trata del retrato de un joven florentino tocado con una especie de turbante rojizo, y fue pintada entre 1440 y 1445. No sabemos de quién se trata. Debajo de su rostro noble y un tanto cruel, captado de perfil, una leyenda un tanto misteriosa: "El fin fa tutto", que admite una traducción del tipo "el fin justifica los medios".

¿Cuál ha sido el fin perseguido por los ladrones? La mirada tonta o ciega de la cámara no nos lo explicará, pero puede ser que ellos sí, ya que el ojo de la cámara se prolonga hasta un magnetoscopio, su memoria, que conserva la imagen de todos los visitantes. "La policía judicial está estudiando las cintas. Eso también puede haber precipitado la devolución del cuadro", dice el alcalde.

En 1994 se tiraron unos 2.000 ejemplares de L'inconnu d'Uccello. Gilbertas bromea al respecto: "Ahora habría que hacer una edición de bolsillo para atender a la nueva demanda".

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