Iturgaiz y Mayor piden todo el respaldo para los ediles del partido

La preocupación por el alcance y las consecuencias del Pacto de Lizarra [Estella] y de la Asamblea de Municipios Vascos, así como la respuesta que debe dar el Partido Popular, dominó la segunda jornada de su congreso. El ministro Jaime Mayor Oreja, tras pedir el total apoyo de los compromisarios a los ediles del PP, manifestó que "la segunda transición que representa el Pacto de Estella nos llevaría a la muerte de la democracia española".

Jaime Mayor y el presidente del PP vasco, Carlos Iturgaiz, defendieron el absoluto respaldo del Congreso del PP a los concejales vascos frente a "esta segunda vuelta del Pacto de Estella en que los nacionalistas quieren convertir las elecciones municipales", en referencia a la asamblea de municipios promovida por HB y ETA y respaldada por el PNV y EA. Numerosos oradores -Miguel Sanz, presidente de Navarra; Mariano Rajoy, ministro de Educación; Rita Barberá, presidenta de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) y Juan José Lucas, presidente de Castilla y León- aludieron en sus intervenciones al reto del nacionalismo vasco y llamaron a la resistencia ante sus últimos desafíos.Mayor Oreja defendió en su intervención, interrumpida con frecuentes aplausos, que "lo que mal llamamos "tregua" no procede de un sentimiento de paz". "El terrorismo ha cesado en este momento en sus cotas anteriores porque ya no es útil. Es un estorbo. ETA ha buscado otros procedimientos para conseguir los mismos objetivos que antes y así se ha constituido el frente nacionalista".

El ministro insistió en que "nada de lo que sucede es casual. A su juicio, el Pacto de Estella y el frente nacionalista son la consecuencia de las movilizaciones de Ermua.

Mayor no dudó en considerar que la sociedad vasca está ante un nuevo reto, al que tiene que resistir. "No nos engañemos con el ámbito vasco de decisión. Con él buscan el ámbito vasco de presión y coacción. Es la segunda vuelta. Con el Pacto de Estella y la asamblea de municipios vascos, condenan a la sociedad vasca a la división y es una traición a sus gentes". El ministro pidió ayer a la sociedad vasca que resista ante este nuevo envite, y pidió el apoyo del Congreso del PP y de la sociedad española para lograr esa resistencia.

"Creo que a través del proceso que abre el Pacto de Estella se quiere pasar de la autonomía a la autodeterminación. El nacionalismo vasco quiere abrir una segunda transición que llevaría a la muerte de la democracia española", sentenció el ministro.

Diálogo sin cesiones

Mayor está convencido de que la sociedad vasca resistirá el envite político del nacionalismo como antes ha resistido el acoso terrorista. "La sociedad vasca va a saber rechazar el frente nacionalista. Porque cada vez está más convencida de que con el Pacto de Estella no se pretende la paz. Ante este reto no se hace nada, cayendo en el espejismo o actuando con el disimulo. Tenemos que mantener una actitud firme. Diálogo sí, pero sin cesiones políticas".La intervención de Mayor Oreja, que se cerró con una gran ovación, la culminó el presidente del PP vasco, Carlos Iturgaiz, quien pidió el respaldo del Congreso del PP a los concejales vascos y al reto de las próximas elecciones municipales. Iturgaiz insistió en el desafío que han lanzado los nacionalistas "al querer convertirlas en la segunda vuelta del Pacto de Estella".

Mayor e Iturgaiz fueron precedidos por numerosos dirigentes populares, en cuyas intervenciones hicieron amplias referencias al reto nacionalista vasco.

El presidente navarro, Miguel Sanz, de UPN, calificó al ideario del nacionalismo como "propio de mentes enfermizas o, al menos, calenturientas". "¿Cuándo el País Vasco ha sido una entidad independiente de España? ¿Cuándo las Vascongadas han estado vinculadas a Navarra?", se preguntó. Sanz recordó el rechazo del 95% de los ayuntamientos navarros a la propuesta nacionalista de asamblea de municipios vascos, rebautizada ayer como Asamblea de Representantes Municipales de Euskal Herria. "Hemos dicho que nos dejen en paz. No podemos ser permanentemente tolerantes con los intolerantes".

La presidenta de FEMP, Rita Barberá, manifestó "que los ayuntamientos no son disgregadores de nada y menos del territorio y de España". "Los ayuntamientos son vertebradores, por naturaleza, y servidores de los vecinos". "Por eso, pido que el nacionalismo vasco modere su tentación y deje a los ayuntamientos que cumplan su importante misión desde su pluralidad, su libertad, su autonomía y su marco estatutario y constitucional", añadió.

Por si hubiera dudas, Barberá insistió en que "los ayuntamientos no están al servicio de determinadas políticas de partido, y menos cuando les conviene".

El presidente de la Junta de Castilla y León, Juan José Lucas, en nombre de los presidentes autonómicos del PP, calificó de "torticero" el uso de los ayuntamientos para "fines soberanistas que pretende el nacionalismo vasco con la asamblea de municipios de Euskadi". Y se refirió especialmente a Iturgaiz del que dijo que "está en un sitio especialmente difícil, en la amada tierra vasca".

El ministro de Educación y Cultura, Mariano Rajoy, condenó a quienes "en nombre de la patria interfieren en los derechos individuales" y abogó por una España "plural y tolerante". El presidente del Parlamento Europeo, José María Gil Robles, también se refirió a este asunto al manifestar en su alocución: "Cuando surge el nacionalismo disgregador, podemos tener Bosnia y Kosovo".