Inactividad
Las bolsas sestearon en esta última sesión ante la ausencia de noticias preocupantes, pero nadie pudo disfrutar de esa tranquilidad relativa por el constante miedo a que salte una dimisión o una devaluación que se lleven por delante los esfuerzos de varios días.
El índice general de la Bolsa de Madrid conseguía subir el 0,31% al cierre de la jornada, un dato mediocre que muchos operadores procuraban interpretar como una consolidación después de dos semanas de turbulencias.
El sector bancario volvió a ofrecer a los inversores argumentos para una actuación razonada, algo que se cumple pocas veces en uno y otro lado. Los beneficios del Santander y del Central Hispano se recibieron con reacciones ajustadas a las cifras, con lo que el primero subía un 1,53% y el Central el 2,04%, al tiempo que Argentaria bajaba el 1,73% al quedar otra vez por debajo de la media.
La contratación mantuvo el ritmo descendente de las últimas sesiones, con 790 millones de euros, 131.523 millones de pesetas, que indican que crece la resistencia de los inversores a tomar parte en un mercado exageradamente volátil.
En conjunto, las bolsas occidentales han abierto un paréntesis a la espera de soluciones en Brasil y, sobre todo, de la confirmación de que la crisis no se traslada a otros países. En Asia, cada vez se habla más de una devaluación del yuan chino, aunque las autoridades económicas continúan insistiendo en que mantendrán su cambio fijo con el dólar.
[Wall Street cerró la sesión con pérdidas considerables, provocadas por la recogida de beneficios. El índice Dow Jones retrocedió 124,35 puntos (1,33%) hasta 9.200,23].
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