El 27,5% de los maestros padecen trastornos depresivos Las patologías son más frecuentes en la enseñanza Primaria

Un estudio realizado por un equipo multidisciplinar de la Universidad de Granada entre más de 300 profesores de educación Primaria y Secundaria revela que el 27,5% de los docentes presentan síntomas de tipo depresivo, tales como pesimismo, bajo estado de ánimo, alteraciones del sueño y el apetito y reducción de la vitalidad. Uno de los resultados más significativos de la investigación explica que la probabilidad de sufrir estos trastornos en un colegio público es 3,37 veces mayor que en uno privado. El trabajo ha sido desarrollado por cuatro profesores de la Universidad (uno de Psiquiatría, dos de Salud Pública y otro de Estadística) y publicado en la revista European Psychiatry. Su objetivo era determinar la frecuencia con que la sintomatología depresiva afecta a los docentes de colegios urbanos y delimitar la influencia en estas patologías de características personales (edad, sexo, años de experiencia) y escolares (grado de enseñanza y titularidad pública o privada). Los investigadores han conseguido un retrato robot del docente quemado o desmoralizado: "Se trata de un profesor o profesora que trabaja en un colegio público, en Primaria, y que lleva entre 11 y 20 años enseñando", señala el psiquiatra Manuel Gurpegui. El estudio tiene un fin puramente descriptivo y cuantitativo y no trata las causas que originan los síntomas depresivos. Aunque apunta algunas posibilidades: "Demasiados alumnos por clase, ruido, presiones ejercidas por estudiantes, padres o superiores, malas relaciones con colegas, exceso de trabajo o carencia de medios apropiados". Las encuestas fueron realizadas en 1990 en centros de la capital granadina. Sin embargo, el rigor científico del método de evaluación utilizado garantiza su validez más allá del tiempo y el espacio. "Las conclusiones son extrapolables a Andalucía, España, y a cualquier lugar con un sistema educativo y condiciones socioeconómicas similares. En cuanto al tiempo, es posible que hoy los resultados fueran incluso peores", arguye la profesora Dolores Jurado. El trabajo constata la existencia de diversos factores de riesgo a la hora de sufrir síntomas depresivos. El número de años que el profesor lleve dedicados a enseñanza (entre 11 y 20), el trabajo en educación Primaria y en una escuela pública son agravantes. En los trastornos no influyen, por el contrario, la edad, el sexo, ni la titulación académica de los maestros.