El fiscal pide la cárcel para un policía por matar a un hombre en una detención

El juez ha decidido sentar en el banquillo por un delito de homicidio al policía municipal de Madrid que el 19 de febrero de 1997 mató de un disparo a un hombre armado que salió al descansillo de su vivienda, en Tetuán, y amenazó a sus vecinos con armas de fuego. El proyectil del agente le entró por la nunca. El juicio contra Óscar O. H., de 25 años, se celebrará en la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Madrid, y el fallo será dictado por un jurado popular. El fiscal reclama para este policía una condena de tres años y seis meses de prisión por homicidio.

El fiscal también pide que sea inhabilitado durante el tiempo de la condena, y que el Ayuntamiento de Madrid sea declarado responsable civil subsidiario con vistas a la eventual indemnización que se fije para la familia de la víctima. El fallecido, José de la Cruz, tenía 34 años y dejó una hija de 17.El homicidido acaeció el 19 de febrero de 1997, después de que un inquilino del inmueble situado en el número 35 de la calle de San Raimundo alertarse a la policía local de que un convecino estaba muy excitado, lanzaba enseres de su casa por las escaleras del edificio y les amenazaba con armas de fuego. Dos agentes de la Policía Municipal llegaron al inmueble en cuestión de minutos. Al verles, la víctima, adicta a las drogas, les dijo a gritos que había tomado cocaína y les apuntó con una pistola y una escopeta de avancarga [que se carga por el cañón].

Uno de los agentes, según el fiscal, le tranquilizó momentáneamente y, en un descuido, le arrebató ambas armas. De la Cruz, enojado por la acción del agente, volvió a gritar y se metió entonces en su vivienda, dejando a los dos policías en el descansillo. Instantes después salió de la casa, esta vez provisto una pistola que resultó ser de fogueo, aunque parecía real, según el fiscal. Justo cuando salía con la pistola, llegaron al descansillo del inmueble otros dos agentes, entre ellos, el acusado. La víctima, según refiere el fiscal en su escrito, "se encaró entonces con el acusado", que "estaba al fondo del descansillo, frente a él" y sin posibilidad de "huir o eludir el ataque".

"Temió por su vida"

Ignorante de que la pistola que exhibía la víctima era de fogueo, el acusado, con su pistola reglamentaria, le ordenó que la soltase. Al ver que le desobedecía, "y temiendo por su vida y la de sus compañeros", el agente disparó sobre De la Cruz, con el infortunio de que en ese momento, según el fiscal, la víctima giró la cabeza hacia atrás y el proyectil le entró por la nuca. Murió en el acto.El abogado defensor del policía exige la libre absolución de su cliente al entender que actuó en legítima defensa y la de sus compañeros. Es decir, que el policía desconocía que se tratase de un arma de fogueo y que, dada la excitación de la víctima, no era desacabellado pensar que ésta podía disparar en cualquier momento.

Tras el homicidio, el abogado de José de la Cruz señaló a este periódico: "Cuando fue reducido por primera vez, iba armado con una pistola y una escopeta. Un agente se le acercó a pecho descubierto, le habló y le desarmó sin necesidad de dispararle, lo que demuestra que no era peligroso. Luego llegó el otro policía y le disparó, en una acción, a mi entender, desproporcionada e innecesaria".

El Ayuntamiento de Madrid se ha personado como parte en las diligencias, dado que el juez instructor le considera responsable civil subsidiario de los hechos.