CiU rechazó una enmienda del PSC que pedía 2.000 millones para geriátricos en Barcelona

El consejero de Bienestar Social, Antoni Comas, anunció ayer que acudirá al Parlament para explicar el motivo de la falta de residencias de ancianos que padece la ciudad de Barcelona, y avanzó que destinará 4.200 millones de pesetas hasta el año 2003. El PSC recordó a Comas que hace un mes CiU rechazó una enmienda a los Presupuestos por la que se proponía destinar 2.000 millones más para geriátricos. [EN] Las entidades de Sants, Hostafrancs y La Bordeta pidieron ayer al síndic de greuges que actúe de mediador en el conflicto entre la Generalitat y el Ayuntamiento.

En el PSC no se entiende por qué CiU votó hace un mes en contra de una enmienda a los Presupuestos, presentada por su grupo, en la que se proponía incluir en el presupuesto una partida de 2.000 millones de pesetas para paliar el déficit de residencias de ancianos, y que ahora Comas diga que duplicará la inversión. La diputada del PSC en la Comisión de Política Social del Parlament, Marina Geli, asegura que el Parlament no aprobó efectuar este gasto, y aventura que "el consejero tendrá ahora que sacar el dinero de lo que venga de Madrid o de otras partidas" para cumplir la nueva promesa. "Lo que está claro", apuntó, "es que antes no había este dinero". Hace seis años que en Barcelona no se construye ni una sola residencia pública de ancianos. Bienestar Social dice que la culpa es del Ayuntamiento porque no le cede los solares donde ubicarlos. El Consistorio, por su parte, rechaza tal acusación. Desde las filas socialistas se recuerda que un tercio de las residencias geriátricas públicas que hay en la ciudad son del Ayuntamiento, "que ha de actuar porque la Generalitat no cubre una necesidad social que le compete en exclusiva", apunta el diputado del PSC Joan Ferran. La nueva Carta Municipal de Barcelona, pendiente de aprobación en el Congreso de los Diputados, establece que la responsabilidad en asuntos sociales sea compartida entre la Generalitat y el Ayuntamiento. Mientras la falta de plazas geriátricas se ha convertido en batalla electoral, los últimos datos de la Generalitat de mayo pasado alertan de que en la comarca del Barcelonès hay 601 ancianos con necesidad urgente de ingresar en una residencia pública. En Cataluña, el total asciende a 1.177, aunque la diputada Geli apunta que "la cifra real se acerca a las 2.000 personas porque Bienestar Social sólo cuenta los casos de necesidad extrema". El Barcelonès tiene 3.229 plazas públicas, es decir, 0,86 por cada 100 habitantes. También hay listas de espera en comarcas como el Baix Llobregat (80), Vallès Occidental (67), Maresme (64) y la Garrotxa (36). Sólo en el Pallars Sobirà y en la Terra Alta no hay demora en el acceso a una residencia. Nervios en Sants Varios centenares de personas, en su mayoría ancianos, llenaron ayer tarde las Cotxeres de Sants, en Barcelona, convocados por la Coordinadora de Entidades, que aglutina a más de 200 asociaciones, para debatir sobre la falta de geriátricos. Los allí presentes acordaron pedir la mediación del síndic de greuges, Anton Cañellas, para que la Generalitat y el Ayuntamiento solucionen sus diferencias. En la asamblea se dio un mes de plazo a las Administraciones para que se concrete la fecha en que se iniciará la residencia geriátrica prevista en el barrio de Sants. Su construcción se ha retrasado porque Bienestar Social ha rechazado el solar que ofrece el Ayuntamiento alegando que es demasiado pequeño. El rosario de intervenciones de jubilados de distintos barrios dejó claro que la falta de equipamientos destinados a las personas mayores afecta a toda la ciudad. Los organizadores tuvieron que hacer un gran esfuerzo de contención frente a los que proponían manifestarse ya frente al Parlament. "Somos muchos en toda Barcelona y nos pueden acompañar nuestras familias", exclamaban. La Generalitat remitió ayer mismo un escrito a la Coordinadora de Entidades en el que afirmaba que tan pronto como disponga del terreno se iniciará la construcción. Por su parte, el distrito de Sants-Montjuïc envió una nutrida representación a la asamblea para expresar su disposición a reunirse hoy mismo con la Generalitat en presencia de los vecinos. El consejero Comas ha pedido reunirse con el alcalde, Joan Clos, quien ayer dijo no estar muy interesado en ello "porque él ha iniciado la polémica".