_
_
_
_
_

Más de 5.000 agentes se manifiestan en Madrid contra el plan Policía 2000

"Queremos ser policías, pero sin tener que hacer nada ilegal; y ahora se nos va a obligar a actuar al borde de la ley". Así de rotundo se mostró ayer el secretario general del Sindicato Unificado de Policía (SUP), José Manuel Sánchez Fornet, a las puertas del Ministerio del Interior, donde concluyó una manifestación de más de 5.000 personas en contra del proyecto Policía 2000. Los agentes le pidieron a Jaime Mayor Oreja que aprenda a dialogar, y le pusieron de ejemplo al ex ministro Javier Arenas.

La marcha, encabezada por una pancarta con el lema Seguridad y libertad en democracia, recorrió varias calles del centro de Madrid, desde la sede de la Dirección General de la Policía hasta la de Interior. Allí Fornet leyó un comunicado en el que pidió al ministro Mayor Oreja "diálogo, atención y respeto" a los funcionarios.La manifestación, que según Sánchez Fornet es la más numerosa de las celebradas en la historia sindical de la policía, se disolvió sin incidentes. El secretario general del SUP -único sindicato convocante de la protesta- explicó que el fin de la manifestación era trasladar al ministro su desacuerdo con el plus de productividad. "Si tenemos en cuenta", dijo, "que el sueldo de un policía es miserable, el nuevo plan puede forzar a los agentes a actuar en el límite". El representante sindical fue más allá. Dijo que hay cuestiones del proyecto que "no caben" en la Constitución y "ponen en riesgo los derechos individuales de los ciudadanos". En su alocución a los manifestantes, Fornet aseguró que con el Proyecto 2000 se quiere "convertir a un profesional de la policía en un mercenario", aunque reconoció algunos aspectos positivos del plan, como evitar las esperas para formular las denuncias o informar a las víctimas de los delitos de cómo marchan las investigaciones.

Luego le preguntó al ministro y a Juan Cotino, director de la Policía: "¿Cómo se va a medir si el policía cumple o no los objetivos que se le marquen?". A su juicio, se trata de actuar "contra prostitutas y mendigos, que no cometen delitos, de detener a todos los inmigrantes ilegales, de identificar a la gente por el simple hecho de no tener nuestro color o de llevar un pendiente...".

Sánchez Fornet también se refirió a los recientes incidentes de la Universidad Autónoma de Barcelona, donde agentes antidisturbios cargaron duramente contra los estudiantes durante una visita del presidente del Gobierno. Dijo Fornet: "Si el ministro quiere cabezas, que empiece por la delegada del Gobierno y por el jefe superior de Policía".

Por su lado, la Dirección General de la Policía informó ayer que ya ha recibido 50.000 felicitaciones de ciudadanos y asociaciones de vecinos desde la creación en 1997 de la Policía de Proximidad.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_