Las Juntas andaluza y extremeña exigen al Gobierno que renueve el ferrocarril

Los trenes que recorren las líneas férreas Huelva-Mérida y Sevilla-Mérida son "anticuados e ineficaces", "descarrilan a menudo", interrumpen el servicio "por las continuas inundaciones de la vía" y sus tiempos de transporte "son inadecuados". Francisco Vallejo, consejero andaluz de Obras Públicas, y su homólogo en la Junta de Extremadura, Javier Corominas, coincidieron ayer en los males que, según su criterio, aquejan al ferrocarril que une ambas comunidades. Y en el diagnóstico: reclamar al Gobierno central una inversión de 8.000 millones para renovar ambas vías. Vallejo admitió que estas dos líneas "tienen una baja demanda de usuarios" pero subrayó que el transporte de mercancías es muy intenso. El puerto de Huelva se ha convertido en la salida al mercado internacional de los productos de la industria extremeña (transformados de vidrio y cementeras sobre todo) y como apuntó Corominas "el tren es el medio que permite abaratar más los costes". Sus previsiones son que este año lleguen de Extremadura al puerto onubense 1.200.000 toneladas, 700.000 más que en 1998. Por eso, mostró su preocupación por el "cuello de botella" que supone el "alto deterioro" del ferrocarril. "Hemos estudiado la posibilidad de pedir al Gobierno central la cofinanciación de las obras necesarias", aseguró Vallejo en rueda de prensa y recordó que las dos vías son titularidad del Estado, aunque estén explotadas por Renfe. De hecho, la Junta de Extremadura ya hizo una propuesta para asumir la tercera parte de la inversión. El consejero andaluz no quiso anticipar cual sería la participación del Gobierno autonómico, aunque dejó entrever que será menor. "Ya hemos aportado 2.000 millones en convenios suscritos con Renfe". Vallejo resaltó que será necesario comprar trenes ligeros de 60 plazas para sustituir a los actuales y aventuró que con esta renovación "el nivel de respuesta de los usuarios será magnífico".