Magnanimidad con las demoras
La sentencia que repone en su puesto al juez Lizasoain se produce cuando en el Consejo General del del Poder Judicial aún no se ha extinguido el eco de otra anterior, de enero de 1998, que anuló la sanción de un año de expulsión de la carrera a un magistrado que tenía pendientes de dictar 776 sentencias. La misma Sala Tercera y el mismo ponente, Vicente Conde Martín de Hijas, llegaron a la conclusión de que una depresión sufrida por el magistrado sancionado le eximía de cualquier responsabilidad a pesar de su negativa a someterse a tratamiento médico. La sanción de un año de suspensión fue anulada por la sala.En la base oficial de datos de jurisprudencia que el Poder Judicial distribuye a todos los jueces, elaborada por la editorial El Derecho, constan 35 sentencias sobre faltas y sanciones a jueces y magistrados en los últimos 10 años. Once de ellas, es decir, casi una de cada tres, son estimatorias de recursos de jueces frente a sanciones del Consejo. La estadística se reduce en gran medida si se examinan otras sentencias bajo la rúbrica de "Procedimiento disciplinario", pero basta un vistazo a algunas de las primeras para ver que la jurisprudencia se muestra bastante magnánima con los retrasos.
A un juez de Ceuta sancionado con un mes de suspensión de empleo y sueldo por tener 225 juicios de faltas pendientes de dictar sentencia y 68 pleitos con retrasos de hasta dos y tres años le fue reducida la sanción a una multa de 50.000 pesetas al apreciar el Supremo una "falta de coordinación entre el magistrado y la secretaria".
En la misma línea, se anuló una sanción de "reprensión"a una juez de Cataluña que tenía 2.049 escritos sin proveer. Igual suerte corrió otra sanción de 25.000 pesetas impuesta a un magistrado de Trabajo de Madrid que estuvo casi un año sin dictar un auto de aclaración a una sentencia.
El Supremo también redujo las 50.000 pesetas de multa impuestas a un juez de Utrera (Sevilla) que tenía pendientes juicios de faltas en los que ya habían prescrito las infracciones. Redujo la multa a falta leve de "advertencia" y luego declaró prescrita ésta.
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