Dirigentes del PP destacan que con Arenas de secretario general el partido recupera la voz

José María Aznar dispondrá, tras el congreso del PP, de dos cualificados portavoces. Dirigentes del partido valoraban ayer precisamente que con Javier Arenas en la secretaría general del partido, al que se incorporó en 1989, a los 31 años, se "contrapese" y "equilibre" un poco esa función, desempeñada desde julio casi en exclusiva por Josep Piqué, un ministro del que se recuerda permanentemente su condición de independiente. En el PP incluso hay división de opiniones sobre que fuera éste quien anunciara el reajuste del Gobierno, cuando se ha presentado como obligado por las necesidades del partido.

La satisfacción por el nombramiento de Arenas para llevar la nave del PP en los próximos años es total entre los máximos dirigentes del partido. Cada uno ofrece además su propio argumento para estar contento: "Ya trabajé con Arenas", "fue Arenas el que me promocionó cuando estuvo a cargo de la organización electoral", "conoce el partido tan bien que podría ponerse mañana a trabajar sin ningún problema"...La candidatura de Arenas cubre también otro frente. Aunque las cosas marchan muy bien ahora para el PP, según la mayoría de los sondeos electorales, nadie se atreve a vaticinar que el panorama no vaya a cambiar en un plazo más o menos corto de tiempo. Por esa razón era necesario revitalizar a un partido un poco alicaído tras la marcha de sus principales figuras al Gobierno de José María Aznar hace más de dos años y, en especial, en vísperas de varias contiendas con las urnas.

En el PP tienen la convicción de que Arenas no es una figura de segundos planos. Un relevante miembro de la dirección nacional y otro del Gobierno ensalzaron ayer que Aznar "haya confiado la voz del partido a alguien inequívocamente del partido y que así se haga más digerible el panorama actual, en el que la única voz que transmitía los méritos del Gobierno era precisamente la de un independiente".

La semana pasada, el propio Piqué confesó, en la Cadena SER, que había apreciado "reticencias" en antiguos miembros del PP tras su llegada. Las consideró lógicas. La dirección nacional pretende que el ministro catalán acabe afiliándose, aunque tampoco tiene excesiva prisa. La meta está en llegar con su prestigio más o menos intacto a las próximas elecciones generales para encabezar con él la candidatura por Barcelona. Mientras tanto, Piqué ni hace por acercarse más al PP ni se esconde. De hecho ha sido invitado a asistir al congreso y ha aceptado.

Hay también en el PP los que ven positivo un "sano duelo" entre los portavoces de Aznar. Que Arenas haya formado parte del Gabinete ayudará, según concluyen, a asegurar "la conexión" con el partido. Y evitará, por añadidura, el "peligro o riesgo" que han corrido otras formaciones, en alusión a la UCD y al PSOE, que olvidaron el partido tras llegar al poder.