Nadie entiende por qué Korda sigue jugando

El caso de dopaje del checo Petr Korda, de 31 años, está levantando una virulenta polémica entre los jugadores. El sábado, en Melbourne, la ATP los reunió y provocó un debate, con la presencia del implicado, en el que se realizaron duras acusaciones contra Korda y contra el ATP Tour. Lo que nadie entiende es que, existiendo el precedente del español Ignacio Truyol (sancionado con un año de suspensión por dopaje), Korda, con un control positivo por nandrolona probado, pueda seguir jugando.El caso ha provocado críticas feroces de sus propios compañeros, pero lo más sanguinario fue la aportación artística que algún tenista hizo al cartel del torneo ubicado en el vestuario de jugadores: en él están Korda y Hingis, como campeones del año pasado, y el checo apareció de pronto con una jeringuilla aún goteante de sangre en su mano, en una clara alusión a su dopaje. Ayer, Jim Courier se refirió al dopaje e insinuó que el principal foco está en Europa, tal como quedó demostrado en el Tour de Francia. Todos coincidieron en que el ATP Tour debe clarificar la normativa antidopaje y en reclamar que se implanten controles de sangre.

Por otro lado, Korda, que debutó ayer, se ganó un nuevo problema: Galo Blanco, su rival, se negó a darle la mano tras el encuentro porque el checo "alegó una lesión que resultó no tener" [Korda pidió asistencia técnica en el tercer set]. El español perdió finalmente en cinco mangas.